El rey del ‘parkour’ es aragonés

El zaragozano Shifer, fundador del grupo What! es una referencia internacional de esta disciplina a caballo entre la acrobacia y el deporte

El zaragozano Shifer, en uno de sus saltos.
El zaragozano Shifer, en uno de sus saltos.
Agustín Martín

El ‘parkour’, esa disciplina física a caballo entre el deporte y la acrobacia, tiene un trono y en él está sentado un aragonés. Se llama Antonio pero todo el mundo le conoce como Shifer. Nació en Zaragoza en 1994 y se inició en el ‘parkour’ de la mano de su hermano mayor. Lo que en principio parecía un entretenimiento gimnástico se convirtió en pasión, primero, y en profesión, finalmente. Vive en un chalé madrileño junto a Pintos, Guille, Cosmin y Alfon, los otros miembros de los What!, grupo que creó, con el que entrena desde hace más de seis años y cuyos vídeos en Youtube reciben millones de visitas. El número de sus seguidores no para de crecer. Ya ha sido protagonista de una novela, ‘Shifer en el templo de los jaguares’, de Marta Román (Martínez Roca), las cadenas televisivas se ocupan con frecuencia de él y de los What!, e incluso RTVE dedicó uno de sus programas a comentar sus tatuajes. Ha conseguido lo que todo el mundo ansía: vivir de su pasión.

"El ‘parkour’ va mucho más allá de lo que se ve desde fuera –señala–. Nació como un método de adiestramiento militar para situaciones de riesgo pero en realidad te entrena para la vida. Te enseña a conocerte y saber dónde están tus límites; tienes que estudiar tus barreras psicológicas porque es un juego mental, un camino para superar tus miedos. Con él llegas a conocerte muy bien y a controlar lo que puedes hacer y lo que no. Aprendes a abordar los obstáculos de manera inteligente".

Shifer vive en Madrid, donde ha abierto un gimnasio especializado en 'parkour'.
Shifer vive en Madrid, donde ha abierto un gimnasio especializado en 'parkour'.
Agustín Martín

El ‘parkour’, que apareció en Francia a finales de los años 80, es una actividad física que conjuga escalada, salto, equilibrio y carrera. Se desarrolla fundamentalmente en ámbitos urbanos, en solitario o en grupo. El Comité Olímpico Internacional ha considerado incluirlo en algunos Juegos, algo que sus practicantes parecen rechazar.

"No es un deporte porque no es competitivo –asegura Shifer–. No buscas hacerlo mejor que quien tienes al lado, sino desarrollarte junto a él. Lo que ocurre es que ahora, en una sociedad en la que todo se ve como un posible espectáculo, se están desarrollando otras ramas que se apartan de lo que era su filosofía original".

Ese carácter no competitivo hace que resulte difícil decir quién es el mejor ‘traceur’, o saltador de España. Muchos aseguran que el número uno es Shifer. "Eso es algo muy subjetivo –sostiene–. Soy uno de los que más se ha involucrado en el ‘parkour’ y de los que mejor ha sabido trasmitir lo que es, eso sí, pero el número uno... Quizá sea el más completo, porque tengo mucho control y conocimiento de mi cuerpo. No poseo capacidades extraordinarias y hay chicos más ‘fuertes’ que yo, aunque quizá no controlen tanto. Soy muy versátil y en todas las capacidades he conseguido un nivel alto de desarrollo. Pero si te fijas solo en una cualidad, la precisión, por ejemplo, encontrarás a gente que entrena específicamente eso y destaca más".

Shifer se inició de la mano de su hermano, en un momento, los años 2005, 2006, 2007, en el que era una actividad tan desconocida que ni siquiera llegaba a molestar ver a unos jóvenes haciendo carreras acrobáticas en parques y barrios. Hoy la situación es distinta, aunque Shifer precisa que a él nunca le han puesto una multa por usar un espacio público para su actividad. "Lo último que queremos son problemas, así que, si alguien nos llama la atención porque cree que molestamos, nos vamos a otro sitio y ya está. Aunque hace una década sí que detectábamos cierta incomodidad, lo cierto es que la gente ya ha visto que no somos ni pandilleros ni gente peligrosa y nos deja hacer. En general, ahora se puede entrenar muy tranquilo en toda España".

¿Y en qué consiste ese entrenamiento? ¿Qué rutinas se llevan? ¿Dónde está el límite? "Cada uno tiene su camino. Yo escucho mucho a mi cuerpo y solo voy a entrenar si me encuentro bien. Por eso, a día de hoy, no siento dolor en las rodillas, como muchos compañeros. Tengo algo de dolor en un hombro pero no es por haberme excedido o por desconocimiento, sino por cuestiones genéticas, porque es mi punto débil. Poco a poco vas aprendiendo a conocer tu cuerpo".

¿Lesiones? "He tenido más jugando a fútbol, que es un deporte de contacto, que con el ‘parkour’ –subraya–. Sufrí un esguince, y una vez caí de espaldas, apoyé mal la mano y me hice una fisura. Caídas he sufrido muchas, pero poco a poco aprendes a hacerlo bien y a suavizar los impactos. Un salto de un metro, mal amortiguado, te puede hacer más daño que uno de cinco si lo realizas bien. Es superimportante calentar los músculos antes de empezar". Su entrenamiento es en la calle, no lo completa con trabajo extra en el gimnasio. "No hago nada más porque no lo necesito. Mi musculatura se ha adaptado a lo que hago. El ‘parkour’ es muy completo, un ejercicio calisténico (basado en el propio peso corporal) y uno desarrolla la musculatura y la flexibilidad que puede y necesita para seguir practicándolo".

El zaragozano Shifer, en uno de sus saltos.
El zaragozano Shifer, en uno de sus saltos.
Agustín Martín

En los vídeos de los What! el aragonés aparece entrenando en polígonos industriales, escenarios naturales, parques, fábricas abandonadas... incluso en el chalet madrileño donde viven los cinco miembros del grupo. "Aunque sea una disciplina individual, uno entrena mucho junto a otros porque siente el apoyo de los demás, que le dan seguridad. What! es, antes que nada, un grupo de amigos. Somos profesionales del ‘parkour’, lo enseñamos, participamos en exhibiciones, hacemos trabajos de extras para el cine, tenemos canales de Youtube con muchos seguidores... Del ‘parkour’ se puede vivir bien si sabes cómo transmitirlo".

En su cabeza guarda planos y mapas de muchas ciudades españolas, de sus barrios y parques más idóneos, de las zonas anodinas e imposibles. En Zaragoza... "los sitios que más me gustan son el parque de las Delicias, la estación del Portillo y el Parque Grande. El Ayuntamiento ha abierto un Parkour-Park en el Actur que es una verdadera maravilla, y existe un gimnasio ‘indoor’ junto al Parque de las Delicias que es excelente para aprender. Hay mucha afición. Cada vez que vengo a Zaragoza descubro chavales que no conocía y que lo hacen muy bien".

No ha cumplido aún los 30 años pero ya casi están ahí, en el horizonte. ¿Hasta cuándo se ve practicando una disciplina físicamente tan dura y exigente? "Tenemos un gimnasio en Madrid y allí acuden alumnos de hasta 55 años (La Nave Parkour Academy, que abrió junto en Vallecas junto a dos socios en 2020, aunque todavía no da clases allí por falta de tiempo. A esa edad yo tendré un cuerpo y unas capacidades que no serán las que tenía a los 20 años, pero me adaptaré a ellas. Espero seguir practicándolo más allá de los 60"

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