perspectivas 2022

Ana Palacios: "La covid en los países pobres va a tener un efecto dominó devastador"

Ana palacios cree que a la falta de vacunas se unirá un recorte en cooperación. con sus fotografías, busca desmontar estereotipos a través de historias que quedan fuera del foco mediático.

Ana Palacios posa junto a una de las fotografías de su trabajo en África retratando la realidad de los niños esclavos.
Ana Palacios posa junto a una de las fotografías de su trabajo en África retratando la realidad de los niños esclavos.
Guillermo Mestre

Ha retratado a niños esclavos en Togo, Benín y Gabón, la dura vida de los albinos en Tanzania o pacientes afectados por la úlcera de Buruli en Benin, entre otras comunidades vulnerables. En sus últimos trabajos, Ana Palacios ha querido denunciar la fragilidad de la selva amazónica o poner en valor el trabajo en dos santuarios de animales en Cataluña.

¿Cómo explicaría lo que hace a alguien que no conoce su trabajo?

Soy periodista y fotógrafa documental. Ahora los modernos lo llaman ‘visual journalist’. Me interesa contar historias que visibilicen vulneraciones de derechos humanos a las que no se les presta atención o, simplemente, temas importantes que tienen poca luz en los medios de comunicación, a través de reportajes, exposiciones, libros, documentales, etc. Busco explorar esas realidades en profundidad e intentar desmontar estereotipos, simplificaciones y discursos únicos.

Tan acostumbrada a viajar por el mundo, ¿qué tal ha llevado el parón por la pandemia?

Estirando mi -poca- paciencia, con resignación y agradecida de poder seguir contándolo. Soy una afortunada. Doy las gracias todos los días.

¿Teme que el problema se traslade ahora a lugares con más necesidades y menos vacunas?

La covid-19 en países empobrecidos va a tener un efecto dominó devastador. Además de por la falta de vacunas, también por el corte en las cadenas de suministro, el cierre de fronteras, el recorte en inversión y en cooperación... No solo va a frenar el desarrollo de estos países con economías frágiles, de subsistencia, sino que van a retroceder y a empeorar sus índices de desarrollo humano.

Pese a la dureza de las historias que denuncia, sus fotos esconden un mensaje de optimismo y esperanza. ¿Siempre se puede hacer algo?

Creo que las cosas pueden cambiar, sí. El día que no lo crea dejaré de dedicarme a este trabajo y volveré a la producción de cine.

¿Echa de menos su etapa en Hollywood? ¿Qué le hizo dejarlo?

Echo de menos a mis amigos de la profesión y los sueldos también los echo mucho de menos. Pero me hizo cambiar de profesión el conocer a Primi Vela en 2010, una misionera de Tarazona al frente de Ankur, un orfanato en Bombay. Me enseñó eso que solo conocía por las canciones de Pimpinela, lo de que el amor mueve montañas. Primi es generosidad desde las tripas y salta sin red por los demás. Fue tan inspirador y tan catártico que cambié el cine y su glamur por el periodismo vinculado a los derechos humanos. Mientras me dejen las hernias cervicales, con esto tengo fuelle para rato.

¿La vida se ve diferente detrás del objetivo de su cámara?

La cámara es solo un ojo. La vida la vemos cada uno de manera diferente por nuestra cabeza, nuestro corazón y nuestra ubicación geográfica.

Entonces, las mejores historias, ¿se buscan o se encuentran?

Es una mezcla de ambas. Nada es solo suerte y nada es solo esfuerzo. Me viene a la cabeza una frase de Picasso: «Cuando la inspiración llegue, que me encuentre trabajando».

¿Planes o proyectos en mente?

Mi plan para el 2022 es aprender a teletransportarme, a viajar en el tiempo y salvar al mundo de todos sus males. Si este año tampoco lo consigo, trataré de bregar con la vida como vaya viniendo, evitando el Tranquimacín en la medida de lo posible. Y, para alimentar el cuerpo y el alma, seguiré documentando la interesante labor de las fundaciones que forman parte de Pymef, la Asociación Española de Pequeñas y Medianas Fundaciones.

¿Qué imagen le gustaría captar con su cámara en este 2022?

La del amor salvaje. Si esa no sale, una que me haga cuestionarme la vida tal y como la entiendo hoy.

¿Quién es Ana Palacios?

Periodista y fotógrafa. Ana Palacios (Zaragoza, 1972) estudió Ciencias de la Información en Pamplona y, después, cine en Los Ángeles, donde trabajó durante varios años. Dejó los rodajes en Hollywood para dar el salto a la fotografía documental, centrando parte de su trabajo en países en vías de desarrollo. Sus fotos, vinculadas a la solidaridad y la cooperación, mezclan arte y periodismo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión