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Cinco actrices de Zaragoza que juegan, fantasean y hacen historia en ‘Las niñas’

HERALDO reúne a las protagonistas de la película de Pilar Palomero, que opta a 9 Goyas, y hablan de este ‘viaje’ de aprendizaje, diversión y emoción

Ainara Nieto, Elisa Martínez, Julia Sierra, Andrea Fandos y Carlota Gurpegui, en el callejón donde se hizo el cartel de la película ‘Las niñas de Pilar Palomero’, que protagonizan.
Toni Galán.

Andrea Fandos, Elisa Martínez, Carlota Gurpegui, Julia Sierra y Ainara Nieto se conocieron prácticamente durante el triple castin de ‘Las niñas’ en 2019. Fueron superando las tres pruebas, jugaban con los distintos personajes –"la palabra que define el rodaje es juego. Y la que más jugó de todas, como una niña más, fue la directora Pilar Palomero", coinciden todas– y al final fueron las elegidas para esta película sobre el despertar a la adolescencia en el año 1992 en Zaragoza que está dando mucho que hablar: se presentó en febrero en la Berlinale, salió vencedora en el Festival de Málaga, ganó el premio al mejor largometraje de ficción y de animación en los Forqué y opta a nueve premios Goya.

HERALDO reunió a las actrices el pasado jueves y visitó con ellas algunos lugares del rodaje, como el callejón perpendicular a la calle Fuenclara, y otros sitios: la plaza de San Felipe, las calles Alfonso y del Temple, la plaza de San Cayetano y el Mercado Central. Dice Andrea, la menor, que encarna a Celia, la protagonista: "Parece que seamos amigas desde los cinco años. Todas. Estamos las pequeñas, Julia y yo, y las mayores: Elisa, Ainara y Carlota. Zoe Arnao, Brisa, vive en Barcelona". Otra frase las une: "Fuimos muy felices durante cuatro meses. Lo pasamos muy bien, pero no imaginábamos que la película tendría este impacto y que iban a pasar tantas cosas. Cuando parece que no nos puede suceder otra cosa maravillosa, va y sucede".

Tanto Ainara Nieto como Julia Sierra, que acepta de buen grado «ser la gamberra más dulce», recuerdan la proyección en Berlín en febrero, antes de la covid: "Vimos la película desde la parte de arriba de la sala cogidas de la mano. Fue un instante mágico de mucha amistad. ¡Qué emoción!".

Ante la escultura de Pablo Gargallo en la calle Alfonso: Carlota Gurpegui, Elisa Martínez, Andrea Fandos, Julia Sierra y Ainara Nieto.
Toni Galán.

Escenas para siempre

Para algunas, el final con la canción de Carlos Naya, es uno de los momentos más emocionantes: "Sé que a todas nos gustan escenas concretas: la del cigarro en el callejón; la del ‘nunca nunca’, cuando Ainara es cruel con Andrea; la de la parada del bus o la del condón del ‘póntelo pónselo’, tan divertida, pero cuando llega el final, y oyes la canción, se te pone la piel de gallina", dice Elisa Martínez. "He visto la película cinco o seis veces ya, y siempre me pasa", apunta Carlota. Cada una vivió la proyección a su modo. Julia dice que "se me hizo corta y a la vez larga, porque en cada escena recordaba todo lo que había sucedido durante la grabación y volvía a vivirlo". Elisa comenta: "Tuve muy buenas sensaciones y a la vez me costó asimilar que yo era parte de ella". "A mí me venía a la cabeza todo el rato como la habíamos grabado, los pequeños detalles, y sentía como mariposas en el estómago", indica Ainara."Tienes la sensación de que el cine da la capacidad de vivir historias que no te pasarían en la vida real y las haces tuyas", opina Andrea.

"Tienes la sensación de que el cine da la capacidad de vivir historias que no te pasarían en la vida real y las haces tuyas", opina Andrea.

Durante el rodaje tanto Pilar Palomero como Rubén Martínez, el ‘coach’, hacían todo lo posible para que no se aburrieran ni un segundo, para que improvisaran y para que fueran naturales. De hecho, las niñas nunca leyeron el guión: la productora se lo dio a los padres y tras el último día de rodaje les entregaron una copia. Lo dicen las cinco. La conversación, por el protocolo de la pandemia, se hizo por separado en una terraza con dos, Carlota y Andrea, y con tres: Elisa, Julia y Ainara. 

Carlota recuerda: "Ensayamos en junio de 2019 un mes completo por las tardes. Fue todo de una gran intensidad. Nos ayudaban a introducir personajes y nos daban todo tipo de información sobre el año 1992, la música, la publicidad, la moda, la televisión. Eran auténticas clases de historia". Andrea Fandos, que ya tenía experiencia tras haber protagonizado ‘La comulgante’ de Ignacio Lasierra, que ejerció de ayudante de dirección, saca una conclusión: "Para mí ‘Las niñas’ ha sido una de las mejores maneras de aprender historia. La vivías, la sentías, percibías que todo era real".

En la plaza de San Felipe. Elisa Martínez, Julia Sierra, Andrea Fandos, Ainara Nieto y Carlota Gurpegui se han convertido en grandes amigas.
Toni Galán.

Entran a todo con desparpajo. Carlota, por ejemplo, se atreve a valorar la fotogenia de Andrea. "Es brutal. La fuerza de esa mirada domina toda la pantalla, y eso lo veíamos todas. Es muy fuerte. La película cuenta el crecimiento de una niña. Andrea, no sé si ya de antes o tras la película, es muy madura, reflexiva, atenta, juguetona", dice, y le ataja Andrea: "Y un poco vergonzosa. Me habían dicho que tenía unos ojos grandes y bonitos; tampoco le había dado, ni le doy, importancia".

A ella la impresionó Natalia de Molina, que hace de su madre. "Piensas que una actriz como ella, con dos Goyas en su carrera, conocida por todos, a va a ser distinta: estuvo muy cercana, me ayudaba a meterme en la escena, si tenía que estar triste o enfadada", dice Andrea. Ainara Nieto dirá unos minutos después: "Es muy halagador que todo el mundo esté tan pendiente de ti. Y así fue. Y nosotras también estábamos pendientes de las demás. Si nos teníamos que enfadar en el rodaje, luego, tras el ‘corten’, nos pedíamos disculpas. Yo, por cierto, me enteré de que era la mala al ver la película".

Temas eternos, las risas

Elisa Martínez mete baza: "Yo creo que ‘Las niñas’ es una película verdadera, cuenta algo que entonces pasaba y aún quedan cosas por resolver. Que nadie piense que esta película está desfasada o que no explica lo que pasa ahora. No creo que nadie pueda decir: 'Yo esto no lo he vivido nunca'. Yo sí lo he vivido y tampoco soy tan mayor". Dicen que se tocan muchos temas: la educación, la religión, la sexualidad, que "entonces era tabú aún en algunos sitios", las madres solteras, la discoteca, el alcohol, el deseo de ser mayor y los primeros novios, la relación de madres e hijas. "La historia de la madre de Andrea (Celia) es el estereotipo malo de la sociedad y ésta la critica. Había que estar casado para tener hijos, veían mal a esta mujer que, además, trabajaba de noche, y no sé qué… Todo olía un poco mal", apunta Carlota, a la que un día le dijo la directora: "Carlota, yo te veo muy madre".

"Pilar Palomero ha sido genial en todos los aspectos. Nos daba muchas oportunidades para repetir, disimulaba nuestros errores, y nos pedía que nos abriésemos, que diésemos todo lo que llevamos dentro, que fuésemos naturales y que esto era un juego", dice Julia.

Julia Sierra, como si quisiera cerrar un pensamiento, vuelve a la realizadora, que lo tenía todo muy claro y meditado, incluso la incorporación de la niña que llega de Barcelona, Brisa (Zoe Arnao), clave en la evolución de la protagonista, Andrea. "Pilar Palomero ha sido genial en todos los aspectos. Nos daba muchas oportunidades para repetir, disimulaba nuestros errores, y nos pedía que nos abriésemos, que diésemos todo lo que llevamos dentro, que fuésemos naturales y que esto era un juego", dice Julia.

Carlota apostilla: "¿Cómo se va a enfadar esa mujer? Pilar es muy dulce, tiene mucha luz y es agradable siempre". Andrea Fandos concluye: "Nos hemos divertido tanto que con lo que yo más me quedo es con las risas".

Las jóvenes actrices ante el Mercado Central: Andrea Fandos, Elisa Martínez, Julia Sierra, Ainara Nieto y Carlota Gurpegui.
Toni Galán.

"SI NO TE GUSTA EL CHICO, DICES QUE NO QUIERES LÍO NI SALES A FUMAR"

Andrea, Elisa, Carlota, Julia y Ainara destacan por su naturalidad, su sonrisa permanente y su complicidad. Les preguntamos por Arantxa Ezquerro, candidata al Goya al mejor vestuario. "Es un amor de persona. Siempre nos llevaba súper súper bien", dice Elisa. Apunta Ainara: "Cuando íbamos a comer o merendar, como llevamos una camisa blanca se acercaba y nos ponía baberos o bolsas de plástico. Y a veces nos decía: 'Si no tomáis batido de chocolate, mejor. El agua os irá muy bien'. Ja, ja". Julia añade: "Nos veía, nos tocaba el pelo o la ropa y se alejaba". "A mí me ha sorprendido ver a tanta gente pendiente de tu pelo y tu aspecto. Y ahí siempre estaba Arantxa Ezquerro. Aquella moda ha vuelto: lo vemos en el corte de pelo, los Levi’s de campana, en las zapatillas; yo tengo zapatillas como las de entonces", agrega Elisa.

Todas tenían un mochila particular casi siempre floreada con sus pulseras, sus joyas y su abanico. En algunos momentos pasaron mucho calor -rodaron desde julio a septiembre- porque no se podía encender la refrigeración para que no se metiese el sonido en la filmación.

También les hizo ilusión rodar en Zaragoza. "Yo reconozco la ciudad, es la nuestra, claro, pero es curioso ver como con pequeños detalles de atrezzo parece otra y tienes la sensación de que haces un viaje en el tiempo", dice Carlota. "A mí me gusta y me resulta bonita. Parece que los carteles fuesen más grandes antes, aunque es una película también de interiores. A mí me impresionan mucho los silencios: a veces no hay casi diálogo y se puede entender todo", apunta Andrea.

Las cinco estaban familiarizadas en distintos grados con la banda sonora de este viaje a la conquista de una voz. "Algunas músicas le gustaban a mi padre, como Más Birras Héroes o Niños del Brasil, y las conocía", dice Andrea Fandos. ¿Cómo se pide ahora rollo?, queremos saber. Dice Ainara: "Se pide lío o te dicen si sales fuera a fumar. Si no te gusta el chico, dices que no fumas".