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Nacho Lamar, la promesa del diseño que se inspira en Aragón

"La industria de la moda es despiadada, pero también gratificante", dice este creador zaragozano que tiene como referentes a Goya, Miguel Labordeta, Gargallo o Beulas.

"La moda artística es adonde yo quiero ir; quiero despertar emociones". Esta era la declaración de intenciones del zaragozano Nacho Lamar nada más ganar el Certamen de Jóvenes Diseñadores de la Aragón Fashion Week. Lo hizo con una colección, 'Legado XX', en la que tenía como elementos inspiradores a Gargallo, Buñuel, Miguel Labordeta o Beulas. Justo dos años después, Lamar está terminando su paso por el prestigioso Instituto Europeo de Diseño (IED) y mantiene su pulso creativo absolutamente acompasado con lo aragonés, con sus paisajes, sus monumentos y sus singulares artistas.

Fruto de este hilo conductor creativo es 'Francis', una colección que tiene a Goya como referente (se presentó el año pasado para el concurso La Aguja Goyesca, que organiza El Corte Inglés). Este trabajo y su nueva colección, 'Lamarismo', que pretende sentar las bases de su futuro profesional, le sitúan a un paso de dejar el terreno de promesa del diseño para aspirar a formar parte de los grandes nombres de la moda española.

Mimbres no le faltan. Y, ahora, tras su paso por el IED, Lamar dice haberse podido asomar a los dos lados de la moda. El creativo, pero también el comercial. "Ahora tengo una percepción diferente, comprendo la industria, que es despiadada pero también gratificante. Entiendo mejor que las prendas han de tener una funcionalidad, que tienen, también, que vender". A juicio de Lamar, “la industria es despiadada por las injusticias laborales y sociales que se dan en cierto ámbitos, o por la vanidad que puede darse en algunos círculos determinados. Por ello son necesarios un uso responsable de consumo y de fabricación. Pero creo que la moda es un potente mensaje del momento en el que vivimos, un vehículo que nos permite soñar".

Desde esta perspectiva mixta se está planteando ya la vuelta a Zaragoza, donde tiene intención de poner en marcha su propia marca, Lamar, asentada en las bases de la sostenibilidad. Por eso, entre otras cosas, intentará huir de la imposición de las colecciones estacionales y se centrará en los conceptos 'arty', de ediciones limitadas, con toques customizados, muy en contacto con el cliente. Un ejemplo de ello es su colección 'Lamarismo'.

En cuanto a 'Francis', narra, explica Lamar, "una transición hacia la madurez". Utilizó estampación digital, para unas prendas llenas de "simbología", que transitaban por la etapa religiosa, cartones para tapices, los caprichos o las pinturas negras del genio de Fuentedetodos. La colección incluyó también una "pieza sensorial", con la voz de Luis Trébol, el montaje de Chusé Fernández y los músicos Sergio de Buena y Enrique Baile. La colección ha tenido un recorrido posterior al desfile de la Aguja Goyesca, con una sesión de fotos en el Monasterio de Veruela o una 'fashion film'.