El huracán literario Rachel RP: 13 novelas publicadas en 2019

La escritora aragonesa Raquel Ruiz, que se autoedita en Amazon, se erige en solo unos meses en referencia del nuevo género romántico

Literatura
La escritora aragonesa Raquel Ruiz, ayer, en Zaragoza
José Miguel Marco

Hace apenas 10 días, Rachel RP publicó en Amazon Kindle su novela ‘Tu sangre me llama’, la segunda entrega de una serie que es en realidad una distopía romántica protagonizada por vampiros, seres sobrenaturales y humanos normales.

El libro de Raquel Ruiz (Zaragoza, 1983) viene a jalonar una trayectoria literaria cuanto menos sorprendente. El año pasado, la escritora aragonesa publicó en la misma plataforma la primera entrega de la serie, ‘Tu sangre es mía’, pero, además, ‘Dream High’, ‘Bastarda’, ‘Born to be free’, ‘La chica de los ojos tristes’, 'En tu mesa o en la mía', ‘Hares’, ‘Earth gem’, ‘Warlock’... Así hasta trece novelas en 12 meses, aunque la escritora se quita importancia: «no fue hasta el año pasado cuando descubrí que podía publicarlas por mi cuenta sin necesitar editorial, y tenía varias ya terminadas en el cajón. En realidad, el año pasado solo terminé dos que estaban a medias y escribí siete desde el principio». Casi nada.

Aragón siempre ha sido una comunidad con grandes escritoras románticas, género que, hoy, es un magma literario poblado de subgéneros (el año pasado estaba de moda el ‘highlanders’, con protagonista masculino escocés) porque en él conviven fantasía, romance, erotismo, ciencia ficción, historia.... Si algo une a todas las autoras, independientemente de su generación, es que han crecido al margen de la cultura ‘oficial’: los críticos no se ocupan de ellas, no son invitadas a participar en congresos ni en debates televisivos. Pero proporcionan entretenimiento a miles de lectores y lectoras. De todo el mundo. Y solo hay que recorrer los comentarios de Amazon y de los blogs especializados para ver la enorme cantidad de elogios con que lectores y lectoras saludan las novedades de Rachel RP y de muchas de sus compañeras. «Notamos mucho desprecio en determinados círculos. Todavía vemos muchas mentes cerradas cuando se nos mira desde otros géneros. Pero ni somos ‘marujas’ ni escribimos para iniciar una revolución feminista», señala.

De hecho, la aragonesa ha conseguido en solo un año lo que muchos escritores ‘convencionales’ ansían y no logran: la autonomía económica. Ella vive única y exclusivamente de lo que escribe, y escribe lo que quiere.

Lectora voraz de todo tipo de libros de ficción, se inició en el universo romántico a los 18-20 años. Empezó a visitar foros especializados, a leer a aficionadas como ella, que hacían traducciones de obras que no llegaban a España. Y en el 2000 empezó a escribir, a colgar relatos y capítulos en esos foros, pero sin más, porque pensaba que para publicar había que convencer a una editorial y lo veía casi imposible. La literatura ha sido una pasión, un hobby, hasta hace muy poco. «Yo soy licenciada en Historia y he trabajado en muchos sitios –señala–. He estado en una cadena de tiendas de frutos secos, he montado lavadoras y coches y era recepcionista en una pista de pádel hasta que he descubierto que gano más escribiendo».

Como el resto de las escritoras de su generación, Raquel Ruiz tiene influencias muy variadas, y no solo literarias, desde el anime a las series televisivas surcoreanas. Vive ajena al ‘universo papel’, aunque este año le publicará un libro físico la editorial Khabox. Conoce el valor de una portada bien diseñada y de una contraportada con texto seductor. «Ni las editoriales ni las librerías tradicionales valoran nuestro trabajo –subraya-. Conozco autoras que obtienen solo 90 céntimos de cada novela que se vende en las librerías por 15 euros. Por eso ha triunfado la autoedición en Amazon, porque nos ha enseñado lo que valen las cosas. Yo sé lo que cuesta una portada, o maquetar y corregir un libro. Y a lo mejor por 400 euros lo tienes todo hecho. Empiezas a vender y, una vez has recuperado esa inversión inicial... lo demás son ganancias».

La escritora aragonesa se ocupa también de la maquetación, de la portada y de la promoción. «La autoedición digital supone que nos convertimos en nuestra propia marca –apunta–. Los lectores tienen que conocernos, saber cómo somos. Tenemos que ser activos en las redes sociales».

Y no cree que ella sea especialmente prolífica: «en el género romántico no caben las novelas largas, lo habitual es escribir entre 70.000 y 80.000 palabras. No escribo un número determinado de horas al día, pero sí me fuerzo a terminar un capítulo diario de 4.000-4.500 palabras. Y conseguirlo me puede durar un par de horas... o seis, depende. Para entregar una novela a tiempo a la correctora una vez escribí 22.390 palabras en dos días. Pero esto no es tan raro. Hay compañeras que llegan a las 10.000 palabras diarias sin problema. Yo intento disfrutar al máximo lo que hago. Me suelo centrar en un solo libro y 'vivir' en él hasta qaue lo acabo. Cada día se me ocurren un montón de historias, pero no me siento a escribirlas hasta que las tengo claras». 

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