La restauración de la catedral de Jaca recupera parte de su pórtico penitencial

«Vamos a recuperar una imagen inédita, pero real, de un edificio tan importante para Aragón como la catedral de Jaca. Sabemos que hay mucha expectación y que a los jacetanos no les va a dejar indiferente. Pero no hemos tenido que recomponer nada, simplemente nos hemos limitado a recuperar lo que había». Con estas palabras define Ricardo Marco las obras de restauración que se están realizando en la seo jaquesa. Él y Javier Ibargüen son dos de los arquitectos aragoneses más prestigiosos y experimentados en el campo de la recuperación del patrimonio artístico, y ahora están dirigiendo la nueva fase de trabajos en el templo, en un proyecto encargado por el Ministerio de Cultura y valorado en 430.000 euros. 

Ambos conocen bien el edificio, uno de los monumentos más importantes de España, porque ya en 1999 presentaron el Plan Director de Restauración de la Catedral, en el que participó además un amplio equipo multidisciplinar, y desde entonces hasta hoy se han ocupado de la salud del edificio. Eliminación de las goteras

El proyecto incluye la revisión de los tejados de la catedral y la eliminación de las goteras, especialmente en la zona que une el ábside central con el ábside sur. Pero quizá la actuación más importante sea la que se desarrolla en la torre. «Problemas estructurales no tenía –asegura Ricardo Marco–, pero era necesaria una intervención en profundidad». 

De esta manera, se está trabajando en la reparación e impermeabilización de la cubierta de piedra, la restauración de las fachadas y el tratamiento de los paramentos interiores. Además se adaptan las escaleras superiores para su uso público. «La principal motivación de esta fase de trabajo es abrir la torre a las visitas», señala el arquitecto. A ella se accedía antes por un edificio reciente (siglo XIX, vivienda del campanero) pero en estado ruinoso, que se ha derribado parcialmente. 

El derribo permite un acceso más sencillo y seguro a la torre y liberar parte del pórtico penitencial. Pero no solo eso. Una estructura semioculta

«También se va a poder ver bien la linterna de la capilla de la Trinidad, que es la primera de estilo renacentista que se construyó en Aragón y que en Jaca no se conoce porque ha estado semioculta hasta ahora. Desde el punto de vista arquitectónico, es una pieza de gran importancia».

Otro trabajo comprendido en esta fase de la restauración, que  comenzó en octubre pasado y fue adjudicada a la constructora madrileña Elio, es la eliminación de barreras arquitectónicas en la lonja sur, la que da a la plaza de la Catedral. Pero lo más novedoso va a ser ese pórtico penitencial recuperado. «Va a sorprender mucho porque es una visión nueva –señala Ricardo Marco–. Es una visión inédita pero real, porque el templo se vio así hasta el siglo XIX».