Ocio y Cultura

Tuco Requena: "No existe la originalidad radical"

El músico oscense publica su tercer disco, 'Imperfecto'.

Tuco Requena: ?No existe la originalidad radical?

Tuco Requena, oscense afincado en Zaragoza, ha presentado en Huesca y en Zaragoza su tercer disco: ‘Imperfecto’, que publica en un formado USB o pendrive, donde incluye el videoclip de Orencio Boix, en colaboración con Javier Aquilué, dedicado a su canción ‘Don Dinero’.


-¿En qué consiste "su dulce imperfección", tal como dice en una canción?

-Básicamente en aceptar cómo soy. Llega un momento en la vida en que tienes que hacer un pacto contigo mismo y comprometerte a convivir con tu propia persona, porque si vives de espaldas a tus propios defectos y marrones eres carne de cañón para la infelicidad. Así que cuando te has armado de valor, te has enfrentado a ti mismo para mejorarte y cambiar ciertas cosas, sientes que eres imperfecto pero de forma dulce, con felicidad.


-¿Qué quiere ser 'Imperfecto'?

-Quiere ser un disco escuchado, no oído, porque el relato de una creación lo hacen los receptores. Y cada uno hace su relato subjetivo. Eso es bueno. Enriquece a la obra, al creador y al receptor. Es curioso cómo cuando he preguntado a algunas personas cercanas sobre alguna canción del disco, sobre qué les sugería, cada una proyectaba cosas personales en las canciones, vivencias propias. Y es curioso porque a veces el relato que me contaban no coincidía en nada con la emoción personal con la que hice esa canción. Es enriquecedor y bonito compartir las emociones que produce una canción desde vivencias tan diferentes. Es la magia que tiene la música.


-Cuando se dice que es un cantante de rumba, fresco y con desparpajo, ¿se siente retratado?

-Quizá antes sí. Creo que con este último disco he comenzado un camino nuevo. Más personal, más propio. Mis canciones antes eran más canallas, más hormonales. Al final la obra de un autor no se puede sustraer fríamente de su vida, siempre influye lo que te rodea, tu situación personal. Mi vida ha cambiado en estos últimos cinco años, afortunadamente para bien, y eso también se ha reflejado en una evolución del estilo de la música, también en la temática de las letras y sobre todo en cómo me tomo la música.


-¿A qué se debe su interés por este tipo de música, este parentesco con Kiko Veneno, por ejemplo?

-La originalidad radical no existe, nadie crea sin referentes, para eso tendría que haber nacido y no haber tenido contacto con la sociedad, crear en blanco. Kiko Veneno ha sido uno de mis referentes pero hay otros igual de potentes, Santiago Auserón, para mí el mejor músico-compositor de este país, Gato Pérez, la rumba catalana, el son cubano, el flamenco... Podría nombrarle muchos. Una vez creado el edificio con tus referencias, es cuando estás en posición de despegar por ti mismo y hacer algo más personal, tu propio hueco. Es lo que he empezado a hacer en este tercer disco.


-Hay una pieza que ha utilizado como tema fundamental: 'Don Dinero'. ¿Por qué?

-La sociedad occidental parece que solo admira a la gente que tiene mucho dinero. Parece que creen que son la gente más inteligente, la más dotada. Todo esto es muy superficial y un signo claro de decadencia cultural. Ahora tienes que ser emprendedor, hacer crecer muy rápido tu empresa y venderla por mucho dinero en poco tiempo y hacerte rico. Ese es el modelo, básicamente hacerte rico. Una sociedad que no admira al investigador que descubre la cura de una enfermedad humana, que no admira al artista reconocido que enriquece el espíritu de la gente o a la persona que destaca por su labor solidaria real, fuera de los focos del márquetin, es una sociedad decadente y con poco futuro.


-¿Cómo es "la melodía del tú y yo"?

-Una melodía de seducción, con todo lo que conlleva. Es una frase de la letra de la canción ‘Caracola rota’, una dedicatoria a la persona que me acompaña desde hace un tiempo y que ahora ya se ha convertido en inseparable.


-Hablemos un poco más de 'La caracola rota', ¿cómo ha nacido?

-Supongo que todos hemos sentido alguna vez cómo alguien se acercaba sigilosamente a tu vida, y poco a poco, con cariño, te ha ido conquistando. Si estás bien contigo mismo, si estás abierto a la vida, las percepciones se abren y siempre encuentras personas que sutilmente te han estado ofreciendo eso, a veces sin darte cuenta. Y a pesar de lo que diga nadie, decides con el corazón y la cabeza, entregarte a esa persona que quiere hacer lo mismo. Es algo que solo ocurre si tu interior está ordenado y limpio, con todo lo que cuesta. Y cuando ocurre, llega la forma más parecida de felicidad, que no es el éxtasis, sino tan sólo levantarte por la mañana y preguntarte "¿todo bien?" y contestarte "más o menos sí".


-He tenido la sensación de que en este disco hay menos humor, menos desenfado. ¿Es así?

-Bueno es que el humor es el arte secreto masculino para la conquista, je, je. Y en las canciones de este disco ya no aparece la seducción. Ya no estoy en eso, ya lo viví. Me toca otra cosa, otra etapa. Mucho más bonita, con menos curvas y emociones, pero más placentera, más rica, más feliz en definitiva.


-Hay un tema que se titula ‘Creatividad’. ¿Cómo es la creatividad del músico?

-La creatividad es una mosca puñetera que sobrevuela por tu cabeza y que solo se deja atrapar cuando quiere. He llegado a la conclusión que lo mejor que puedo hacer es saber ser paciente, vivir suficientes experiencias e interiorizarlas para luego sentarme a componer con muchas cosas en la cabeza y que vayan brotando.


-¿Por qué ha comercializado el disco en un formato tan poco usual, en pendrive, en una llava USB de almacenamiento?

-Porque el disco ya casi no se vende. Ahora las grabaciones son una parte más de la promoción, del márquetin que tiene como destino final los conciertos. Meter un disco y diverso material de calidad en un USB personalizado y reutilizable me pareció una forma interesante de hacer que la gente se interese por tu música, porque tiene un valor añadido. El romanticismo del disco como objeto material, casi de colección, se ha perdido en general.


-¿Qué busca con la música, con la melodía y con las letras?

-Con la música busco expresarme, dar salida al ego que llevo dentro y sobre todo divertirme. La melodía me parece mágica porque posee el don de la conexión con la gente. El pop es el género que mejor lo ha entendido. Una bonita melodía es una herramienta de conexión brutal con el receptor y conseguir eso tiene muchísimo mérito porque es hacer casi magia. Por otra parte, con las letras busco que la gente piense, que se haga preguntas. Es la única manera de intentar alimentar el espíritu y de contribuir a no crear zombies culturales.


-¿Cómo está la música? ¿También corre peligro de extinción?

-La música nunca morirá. Es un lenguaje humano. Para que se extinguiera tendríamos que quedarnos sordos y mudos. Lo que cambia es la manera de sacar rentabilidad económica de este lenguaje humano y ahí entramos en los conflictos terrenales de siempre donde todos defienden intereses personales. Por suerte soy libre de todo eso. Puedo presumir de hacer lo que quiero aunque no sea rico. Y soy moderadamente feliz.



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