Nacional
Suscríbete

nacional

Vox se atrinchera tras romper con el PP en sus jefaturas parlamentarias

Los populares exigen la dimisión de los cuatro presidentes del partido de Abascal en las Cámaras regionales a los que apoyó a cambio de investir a sus barones.

Santiago Abascal, líder de Vox.
Santiago Abascal, líder de Vox, en una comparecencia ante los medios en Madrid.
EFE

Una cosa es romper los gobiernos con el PP en las comunidades autónomas en las que gobernaba en coalición y otra renunciar a las presidencias de los parlamentos regionales que, a cambio de su apoyo para las investiduras, los populares concedieron a Vox en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón e Islas Baleares.

La formación de Santiago Abascal mantiene que la ruptura de los pactos con el PP que dio lugar a la dimisión de sus cuatro vicepresidentes autonómicos no conlleva, en ningún caso, que sus cuatro presidentes en las cámaras regionales deban renunciar a sus cargos.

Los reglamentos de los parlamentos de Castilla y León, Aragón y Comunidad Valenciana contemplan que los máximos responsables del Legislativo solo pueden ser sustituidos en caso de dimisión o de que dejen de pertenecer a un grupo en la Cámara. En el caso de Baleares, sí es posible la sustitución por medio de la denominada "moción de remoción" que, no obstante, necesitaría de un pacto entre el PP y las fuerzas de izquierda al requerir el apoyo de tres quintos de la asamblea autonómica.

Los cuatro presidentes que mantiene la formación de extrema derecha cobran un salario bruto anual que va desde los 72.000 euros que recibe el balear Gabriel Le Senne a los casi 100.000 que percibe la valenciana Llanos Massó. Más allá de sus sueldos, estos cargos de Vox son quienes dirigen los debates parlamentarios, una potestad que en las filas populares se teme que pueda volverse en su contra cuando aún restan tres años para una nueva convocatoria de los comicios autonómicos si o media adelanto.

"Yo voy a seguir"

La presidenta de Baleares, Marga Prohens, que contaba con Vox con aliado pero sin tenerlo dentro de su Ejecutivo compareció a las pocas horas de que la ruptura para reclamar la renuncia de Le Senne. Prohens le defendió en su último episodio para la polémica, cuando rasgó la fotografía de una activista republicana fusilada por las autoridades franquistas. Le Senne se ha convertido ahora en uno de los objetivos a batir de los populares. "Me nombraron por el acuerdo de investidura y a Prohens también", justificó esta semana el aludido su negativa a dejar el cargo.

Massó fue también explícita a la hora de manifestar sus intenciones: "Yo voy a seguir como presidenta de Las Cortes entre otras cosas porque los mismos votos que permitieron que yo fuera presidenta son los mismos que han permitido que Carlos Mazón sea presidente de la Generalitat". Mazón, al igual que Prohens en Baleares, exige ahora a Vox que entregue al PP la presidencia del Parlamento valenciano.

Los barones populares, que no pusieron trabas a liberarse de las ataduras con los de Abascal, tienen el reto ante sí de gobernar en minoría y tener que lidiar ahora a su derecha además de a su izquierda. A su favor juega el contar con los Presupuestos ya aprobados, la estrategia de la dirección nacional en busca del voto moderado y la posibilidad de agitar el posible temor de sus rivales a adelantos electorales que podrían reforzar las mayorías de los populares.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión