crisis en el gobierno de aragón
Nolasco deja hoy la Vicepresidencia para ser portavoz de una oposición "leal y contundente"
Abascal ordena la salida de la DGA de todos los cargos del partido tras la decisión del PP de acoger a más menores porque "es imposible pactar con quien no quiere".
El vicepresidente de Aragón, Alejandro Nolasco, presentará hoy su dimisión y abandonará el Gobierno en respuesta a la decisión del PP de pactar con el PSOE la acogida de 20 menores migrantes. Junto a él, tienen orden de la dirección nacional de Vox de dejar sus puestos los hasta 18 cargos y asesores de la formación en el Ejecutivo autonómico. Tal y como anunció anoche su líder, Santiago Abascal, el partido pasará a ejercer una oposición «leal pero contundente».
Nolasco hará pública su renuncia a las 10.30, en el exterior del edificio Pignatelli de la capital aragonesa. El vicepresidente participó ayer en el «histórico» Comité Ejecutivo Nacional de Vox en el que Abascal ratificó la ruptura que venía anticipando desde que su homólogo del PP, Alberto Núñez Feijóo, aceptara el reparto de un cupo de 347 menores migrantes procedentes de Canarias, 20 de ellos para Aragón.
«No tenemos apego a nuestros sillones sino a nuestros principios», comenzó su comparecencia Abascal tras más de dos horas de reunión con la cúpula del partido en la sede nacional en Madrid. El dirigente de extrema derecha volvió a cargar toda la responsabilidad de la ruptura sobre Feijóo, al que acusó de haber «obligado» a sus presidentes autonómicos a «pactar con Sánchez un reparto de menas ilegales, a sabiendas de que su socio no estaba de acuerdo».
La reunión fue larga y tensa. Abascal había programado su intervención, sin acceso a la prensa y retransmitida por los canales oficiales del partido, a las 20.00, pero no apareció ante las pantallas hasta las 21.30. La ruptura de los acuerdos de gobierno con el PP en cinco comunidades –más Baleares, donde no cuentan con cargos en el Ejecutivo- supone un antes y un después en la trayectoria de la formación de extrema derecha.
Tras conseguir alcanzar cotas de gobierno, sus representantes territoriales pasarán ahora a la oposición, con la consiguiente pérdida de foco mediático, recursos económicos y capacidad de influencia y toma de decisiones. Podrán, eso sí, condicionar la aprobación del presupuesto.
Además, buena parte de los cargos sin acta de diputado se enfrentan a un futuro laboral incierto, aunque no se descarta que alguno pueda permanecer en sus puestos desoyendo las indicaciones de la dirección nacional.
De momento, Nolasco pasará a encabezar el grupo parlamentario de Vox en las Cortes de Aragón, cuya portavocía ostenta hasta ahora Santiago Morón. Será una oposición «tal leal como contundente, igual que en el resto de España, a los pactos, cada vez más habituales, entre Sánchez y Feijóo», anticipó Abascal en su discurso.
Un pacto ambiguo
«Hemos cedido, quizá a a veces demasiado, para salvaguardar esos gobiernos y consolidar una fórmula alternativa nacional al Gobierno corrupto, pero es imposible pactar con quien no quiere», subrayó Abascal, que impuso su tesis de que el PP ha incumplido su acuerdo de investidura en lo referido a la inmigración.
Dicho planteamiento ha suscitado el rechazo del PP y no pocas dudas en el propio seno de Vox. El compromiso adquirido, en concreto, es el siguiente: «Exigiremos en todas las normas y convocatorias para el acceso a subvenciones y ayudas del Gobierno de Aragón la acreditación de la residencia legal y no únicamente el certificado de empadronamiento. Suprimiremos cualquier ayuda pública a las organizaciones que colaboren con las mafias de tráfico de seres humanos».
Para el PP, estos acuerdos no impiden la acogida de pequeños cupos de menores migrantes que, «por solidaridad», deben ser reubicados en la península ante la saturación de los servicios de Canarias, Ceuta y Melilla.
«Nadie ha votado a Vox, y diría que nadie ha votado al PP para continuar con la invasión de menas. Si el señor Feijóo quiere estafar a sus electores y aplicar políticas socialistas y globalistas, allá el, nosotros no vamos a hacerlo», argumentó Abascal. En consecuencia, anunció que «el Comité Ejecutivo Nacional ha constatado que los acuerdos regionales están rotos y acuerda retirar el apoyo parlamentario a los gobiernos de Extremadura, Baleares, Aragón, Valencia, Castilla y León y Murcia».
