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El PP, entre el desfondamiento electoral de los socios del PSOE y el aguante de los de Abascal

Los populares ironizan sobre "esa forma de medir" por la que a ellos se les exige una victoria clara el 9-J y al PSOE "le vale con perder por poco".

El líder del PP Alberto Nuñez Feijóo, interviene en la manifestación contra Pedro Sánchez y la ley de amnistía convocada por el PP, el domingo en Madrid.
Javier Lizon / EFE

Constituye desafío y también un riesgo mantener la tensión en la calle, donde el PP viene complementando su estrategia política desde las vísperas, en septiembre, de la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso. Los populares presumen de seguir siendo un partido de orden, predecible, frente a "los desmanes" -el término que utilizó el domingo Feijóo- de Sánchez y las estridencias de Vox

En un Madrid con la primavera abrasada por el calor, Génova cree haber logrado su objetivo de exhibir músculo y reconducir la campaña en la pretenden encapsularle los socialistas y los de Abascal con la multitud congregada en la Puerta de Alcalá bajo un solazo de 30 grados. Una metáfora del recalentamiento al que el líder de la oposición pretende someter a Sánchez con una victoria el 9-M para que renuncie a seguir intentando gobernar. 

Pero escaldados por la frustración del 23-J -Feijóo dijo explícitamente el sábado en el mitin en Ciudad Real que aquel fiasco no puede volver a repetirse-, los populares se tientan la ropa.

"¿Qué forma de medir es esta?"

Lo hacen pese a dar por finiquitada 'de facto' la legislatura porque la única ley que parecen capaces los socialistas de sacar adelante es la de amnistía y pese a que ante la emblemática puerta real madrileña su líder rescató la exigencia a Sánchez para que ponga de nuevo las urnas de las generales. Los ánimos basculan en el partido entre quienes aspiraban a un triunfo "claro" en los previos de la campaña y la contención en el equipo de Feijóo, que recuerda que el PP perdió las europeas de 2019 por 13 puntos, ocho escaños y casi tres millones de votos y ahora está en condiciones de darle la vuelta a aquel escrutinio. "¿Qué forma de medir es esta? ¿Nosotros tenemos que ganar con claridad y al PSOE le vale con perder por poco?", se revuelven en Génova.

El PP tenía ganas este domingo de desquitarse de la exhibición de músculo mostrada por Vox -"la derechaza valiente", motejan- justo una semana antes. Aunque Feijóo incide en la estrategia del 23-J de ir, al tiempo, a por el socialista defraudado y el voxista que priorice echar a Sánchez, hay inquietud en el partido porque la derecha radical no se desfonda; antes al contrario, los sondeos apuntan a que puede doblar sus cuatro eurodiputados al calor de la ola afín en el resto de Europa. Una inquietud pareja a que Sánchez parece estar vaciando los caladeros de sus socios a la izquierda.