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Conmoción en Huétor Tájar por la tragedia familiar que terminó con dos niños asesinados por su abuelo

El hombre se atrincheró con los menores y tras matarlos se suicidó. En marzo sufrió un accidente de tráfico por el que murieron su mujer y su hija, madre de los menores asesinados.

Concentración en Huétor Tájar por el asesinato de los dos hermanos a manos de su abuelo
Concentración en Huétor Tájar por el asesinato de los dos hermanos a manos de su abuelo
AYUNTAMIENTO DE HUÉTOR TÁJAR

Alrededor de 2.000, según la Policía Local, guardaron un minuto de silencio en Huétor Tájar (Granada) por los dos hermanos de 10 y 12 años a quienes su abuelo mató antes de suicidarse con una escopeta de caza tras atrincherarse con ellos en su casa durante toda la noche.

Durante la concentración, llevada a cabo en la plaza del Pósito, la primera teniente de alcalde, María Dolores López, lamentó este suceso que "ha llegado al corazón de toda España".

"Ahora hay que darle toda la fuerza al padre -de los menores-, que la va a necesitar", señaló.

Todo comenzó la noche de este domingo en la vivienda del atrincherado, ubicada en un edificio de este municipio del Poniente de Granada de algo más de 10.000 habitantes en el que también residía su yerno y padre de los menores con sus dos hijos.

A la decisión del hombre de atrincherarse precedió una fuerte discusión con su yerno, que tuvo que abandonar la vivienda cuando aquél le amenazó con un arma de fuego.

Desde entonces, agentes de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil trataron de negociar con él toda la noche hasta que a las 5.00 el hombre les dijo que dejaba de hablar porque en un rato tenía que preparar a sus nietos para el colegio y el instituto.

Poco después de las ocho de la mañana y al ver que no se producía movimiento alguno en la vivienda, los agentes irrumpieron en ella, momento en el que el hombre, al percatarse de la entrada de la Guardia Civil, se suicidó con la escopeta.

Los niños yacían en dos habitaciones distintas, uno de ellos con heridas de arma de fuego.

Según fuentes municipales, el hombre arrastraba problemas de salud mental desde que el pasado marzo un accidente de coche cuando él conducía acabó con la vida de su mujer y su hija, madre de los niños, una situación de la que se sentía "responsable".

Algunos vecinos han relatado este lunes que el padre de los menores, que tras lo ocurrido ha sido sedado bajo vigilancia sanitaria, no quería que nietos y abuelo compartieran mucho tiempo. 

Incredulidad y dolor en Huétor Tájar

Los vecinos de Huétor Tájar afrontan con incredulidad y "rotundo dolor" la muerte de los dos niños.

"Lo vivimos con consternación, dolor y tristeza de todo el pueblo, es una tragedia que ni en el peor de los casos podíamos pensar", ha explicado el alcalde de Huétor Tájar, Fernando Delgado.

El primer edil sitúa el inicio de la tragedia en el accidente de tráfico en el que murieron la madre y la abuela de los dos niños asesinados este lunes, aunque ha añadido que nadie pudo pensar que la situación familiar pudiera llegar "a este extremo".

Como ejemplo del apego del abuelo con sus nietos, Delgado ha explicado que este pasado viernes el mayor de los dos menores participó en una carrera organizada por el instituto por las fiestas en honor a San Isidro, que también se han suspendido.

El niño, en silla de ruedas por las secuelas que aún tenía del accidente, participó en la carrera empujado por sus compañeros de instituto y seguido de cerca en bicicleta por su abuelo.

"Eran familias normales, humildes, trabajadores, buenos vecinos", ha resumido el alcalde, que ha apuntado que el padre de los dos menores, un administrativo que trabaja en el instituto del municipio en el que estudiaba el mayor de sus hijos, permanece sedado y bajo vigilancia sanitaria.

"Nadie esperaba que este abuelo hiciese lo que ha hecho", ha añadido Delgado, que ha interpretado que algo le ha pasado al septuagenario para hacer algo tan terrible.

Cazador y con licencia de armas

Fuentes municipales han detallado que el hombre había sido cazador y tenía licencia para el uso de la escopeta que habría utilizado en el suceso.

También que el hombre, jubilado de una empresa de áridos, estaba recibiendo atención especializada por los problemas de salud mental que arrastraba desde el accidente.

Cuatro especialistas en este tipo de casos se han trasladado al colegio y al instituto en el que estudiaban los menores para ofrecer atención psicológica y ayudar a la gestión del duelo a los compañeros de los dos menores. 

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