Nacional
Baltasar Garzón y Dolores Delgado celebran por todo lo alto una fiesta de boda
La pareja se dio el 'sí, quiero' el pasado 3 de diciembre y ahora lo festejan con sus allegados en Jaén.
La finca La Cetrina, en Jaén, es el lugar elegido por el juez Baltasar Garzón y Dolores Delgado para celebrar con amigos su enlace matrimonial, que tuvo lugar en diciembre. De una ceremonia íntima entonces a una fiesta por todo lo alto de tres días en una propiedad del diestro Enrique Ponce.
El que fuera juez de la Audiencia Nacional y la ex fiscal general del Estado se casaron por lo civil a final de año tras 30 años de amistad y tres de noviazgo. Ambos se conocen desde 1993, cuando ella fue asignada como fiscal al Juzgado Número 5 de la Audiencia del que era el titular. Los dos estaban separados y entre ambos aportan al nuevo matrimonio 5 hijos.
No han trascendido la lista de invitados que asisten a esta fiesta (que está prevista dure hasta mañana, domingo), pero a buen seguro que hay muchas caras conocidas del mundo judicial, político, social y cultural. El lugar elegido está enclavada en el término municipal jiennense de las Navas de San Juan, a tan solo 20 minutos de Úbeda y 30 de Linares.
La finca está diseñada para eventos de todo tipo, pero en especial para bodas, gracias a la presencia de una capilla. La propiedad abarca 900 hectáreas de terreno y está presidida por una casa de 420 metros cuadrados con tres plantas. Su dueño es el torero Ponce, novio de Ana Soria, hija de un abogado amigo de Garzón.
La fiesta se celebra después de una mala noticia para Dolores Delgado. El Tribunal Supremo anulaba esta semana el nombramiento de la ex fiscal general del Estado Dolores Delgado como fiscal de Sala de la Fiscalía de Derechos Humanos y Memoria Democrática y pidiera al Consejo Fiscal que estudie si concurre una causa de incompatibilidad por la actividad de su marido, el exjuez Baltasar Garzón.
Delgado fue nombrada el 16 de junio de 2023 fiscal de Sala de la Fiscalía de Derechos Humanos y accedió a este puesto aludiendo a que ya era fiscal de sala, un ascenso al que accedió al ser nombrada para la fiscalía togada del Supremo. No obstante, este nombramiento fue anulado por el Alto Tribunal al apreciar "desviación de poder" en la propuesta del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ya que su finalidad "fue asegurar a Dolores Delgado su promoción a la máxima categoría de la carrera fiscal".
