Aragón

Los expertos recomiendan disponer de un lugar fijo para realizar los deberes

"La capacidad para prestar atención disminuye» si se sobrecargan los tiempos".

Niños de diferentes edades haciendo deberes en su casa.
Oliver Duch

Los deberes escolares tienen como finalidad reforzar y afianzar los contenidos trabajados en clase. Quizá lo más polémico se encuentre en si la carga de trabajo es excesiva para los chavales o si los padres les hacen demasiadas veces de, digamos, ‘guía’ para que los menores no se lleven un rapapolvo al día siguiente delante de los compañeros, además de una nota negativa. En general, los escolares consultados por este periódico no rehúyen esta obligación fuera del horario escolar, aunque no han sido pocas las veces que se han hecho los remolones para comenzar con las tareas que les han pedido concluir en un tiempo determinado, normalmente, para el día siguiente.


Ocho alumnos de colegios de la provincia de entre 7 y 13 años cuentan su experiencia a la hora de ponerse manos a la obra. Solamente coinciden en contar con un espacio en su habitación habilitado para ello, generalmente un escritorio amplio; un buen primer paso para concluir las tareas. El tiempo que emplean varía, "depende de los deberes", aunque a veces, reconocen, se les hace "largo". Las ‘Mates’ salen muy mal paradas a la hora de evaluar las materias más ‘hueso’.Evitar distracciones

Para completar bien las tareas lo fundamental es disponer de un lugar fijo de trabajo, según el estudio de Begoña Cañete y Maximino Fernánez, de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría. "Lo más aconsejable es contar con una mesa-escritorio libre de estímulos que distraigan", inciden. Por eso hay que evitar cualquier tipo de abstracción externa como la música, la televisión y retirar cualquier objeto que pueda suponer una distracción para el niño. Si es posible, añaden, debe tener luz natural y un flexo para las últimas horas del día. Los escolares de Soria parecen cumplir la parte de contar con un espacio propio para estas tareas, al menos en esta pequeña muestra realizada por este periódico. Primer objetivo conseguido.


Lo ideal sería empezar a hacer los deberes después de un período de descanso, según los expertos. "Para los niños con poca motivación escolar, lo mejor es comenzar por las tareas que más les gustan, continuar por actividades que suponen mucho esfuerzo y finalizar con tareas ligeras y poco costosas", explican desde la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría.Tiempo para disfrutar

Los menores conocen bien sus obligaciones, pero también quieren tener momentos para disfrutar y así lo recomiendan los especialistas. Elena tiene 7 años y asegura que no le gusta nada tener que hacer los deberes. "Prefiero jugar", admite. Pese a ello, su padre sostiene que tiene "muy buen comportamiento", así como "notas muy buenas". La asignatura que más le gusta es Dibujo; la que menos, Matemáticas.


Sus dos hermanos mayores, Juan y Begoña, de 12 y 9 años, respectivamente, comparten algunas de sus apreciaciones. Al mayor le da "pereza tener deberes" y prefiere "jugar con los amigos"; no obstante, "este año ha mejorado las notas", defiende su padre. Se decanta por Ciencias y Tecnología como la materia más interesante, mientras Lengua Española e Inglés no son de su agrado.


Begoña tiene "buenas notas", como su hermana pequeña, Elena, pero no le gusta tener que hacer deberes y prefiere emplear el tiempo después de clase en "estar jugando en el parque". Lengua es la materia que más le gusta y Matemáticas, la que menos.Aprendizaje

Hacer los deberes es un proceso gradual, rutinario y organizado, como recuerdan desde la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría. Por eso recomiendan poner una hora fija de comienzo. "El tiempo necesario dependerá, en gran medida, de la edad del niño". Así, cuando están entre los 6 y los 7 años, las tareas deben ocupar un espacio de aproximadamente media hora; entre los 8 y los 9 años se puede aumentar a una hora; de los 10 a los 11, hora y media, y así sucesivamente. En cualquier caso, los especialistas observan que no es conveniente superar estos tiempos, "pues la capacidad para prestar atención disminuye". "Con el cansancio, el rendimiento es peor y comienzan las pérdidas de tiempo". Destacan que la realización de los deberes "es un proceso que se entrena y se aprende". Algunos pequeños consiguen que no se convierta en algo tedioso.


A Laura, de 11 de años, le "gusta" hacer deberes. En su entorno familiar aseguran que "es tan trabajadora que ni se lo plantea". Conocimiento del medio (más conocida en el argot de las aulas como ‘Cono’) es su asignatura preferida, mientras que Plástica es con la que menos a gusto se encuentra. A su colegio también van Alba y María, mellizas de 11 años que, sin embargo, no van a la misma clase, "así cada una lleva su ritmo de estudio, deberes, exámenes, etcétera, sin compararse la una con la otra", admite su madre. Las hermanas coinciden en que sólo "a veces" les gusta hacer deberes, aunque mantienen que no es algo que les cueste. Curiosamente también convienen en apreciar que "algunos profesores se pasan un poco" a la hora de exigirles tareas después de clase. La asignatura preferida de María es Educación Física -de hecho compite en gimnasia rítmica con el CDG Duero, algo que también hizo su hermana hasta hace unos años, para decantarse después por el baloncesto-, y la materia que menos le agrada es Matemáticas. ‘Cono’ es la asignatura ‘hueso’ para Alba y Plástica la que más le gusta.


Esther y Rubén también son hermanos. Tienen 13 y 10 años, respectivamente. Las ‘Mates’ son motivo de desacuerdo porque a ella no le gustan, pero a él le encantan. A Rubén no le importa hacer deberes, es más, le "gusta", pero en su justa medida. A su hermana, también, aunque reconoce que a veces "los profes se pasan". Esther es una pintora en ciernes, pues según su entorno "tiene talento para la composición y el cromatismo". Su materia preferida está relacionada con los idiomas (Francés e Inglés); a su hermano no le gusta Social Science.