En el día de su 67 cumpleaños, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se vio obligado a viajar 700 kilómetros en autobús y desayunar en una gasolinera del centro de Argentina porque su vuelo fue desviado por la nube de cenizas de un volcán chileno que afecta al espacio aéreo argentino.

En un alto en el complicado camino a Buenos Aires, Ban desayunó un típico alfajor santafesino en una estación de servicio cercana a la ciudad de Rosario.

Ban tenía previsto llegar el domingo por la noche a Buenos Aires, en un vuelo procedente de Bogotá, para iniciar una visita oficial, pero las cenizas del volcán chileno Puyehue obligaron a desviar el vuelo al aeropuerto internacional de Córdoba, unos 710 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, dijeron a Efe fuentes de la ONU.

Para poder llegar a tiempo a su reunión con la mandataria argentina, Cristina Fernández, que se celebró este mediodía en la Casa Rosada (sede del Gobierno), el secretario general de la ONU se vio obligado a viajar en un autobús regular de larga distancia con el resto de su comitiva y desayunar en la estación de servicio en la que el vehículo hizo una parada.

La propia Fernández bromeó con esta situación y pidió disculpas a Ban, pero precisó que «son cuestiones del clima, imposibles de controlar, ni siquiera por decretos de necesidad y urgencia» y que, en última instancia, el volcán es chileno.