CONFLICTO EN SUDÁN

Ban Ki-moon, "extremadamente preocupado" por la reanudación de la violencia en Darfur

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha retirado al personal que había trasladado a la zona de Birak (Chad) para atender a los refugiados que llegan desde el vecino Darfur debido a los bombardeos. Se calcula que 10.000 nuevos refugiados han cruzado a Chad desde Darfur en los últimos diez días.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo sentirse "extremadamente preocupado" por la reanudación de la violencia en la zona occidental de la volátil región sudanesa de Darfur. La portavoz de la ONU, Marie Okabe, dijo que Ban considera "inaceptables" los bombardeos efectuados sobre el campamento de desplazados de Aro Sharow en esa zona, que obligó a sus ocupantes a abandonarlo.


"Otras informaciones recibidas desde Darfur que indican que fuerzas del Gobierno y milicias afines se concentran en el área de Jebel Moun al oeste de Darfur son otra señal preocupante de que seguirán las hostilidades en la zona", apuntó Okabe. Indicó que la violencia, además de poner en peligro la vida de civiles inocentes, obstaculiza el acceso de la ayuda humanitaria a los que la necesitan para sobrevivir.


"El secretario general insta a todas las partes a que cesen las hostilidades con urgencia y se comprometan a participar en el proceso de paz" en que median Naciones Unidas y la Unión Africana (UA), dijo Okabe. Agregó que "no se puede encontrar una solución negociada al conflicto en medio de la violencia y el desplazamiento en masa de civiles".

10.000 nuevos refugiados

 

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó de que ha retirado al personal que había trasladado a la zona de Birak (Chad) para atender a los refugiados que llegan desde el vecino Darfur debido a los bombardeos. Se calcula que 10.000 nuevos refugiados han cruzado a Chad desde Darfur en los últimos diez días y se espera que lleguen más.


La ONU y la UA iniciaron el mes pasado el despliegue de su misión de paz conjunta en la región sudanesa, pero la lentitud en la llegada de sus contingentes y la escasez de medios de transporte han impedido que logre detener la violencia.


Más de 200.000 personas han muerto y otros 2,5 millones se han visto obligados a abandonar sus hogares desde el inicio en 2003 de este conflicto entre el Gobierno de Sudán y grupos rebeldes de Darfur.