La ola de violencia que recorre Latinoamérica alcanza a Chile

El Gobierno crea una nueva fuerza que une a la Policía de Investigaciones y a los Carabineros para combatir el crimen organizado.

Gobierno de Chile anuncia la creación de una nueva fuerza para atajar crímenes violentos
Gobierno de Chile anuncia la creación de una nueva fuerza para atajar crímenes violentos.
Ministerio del Interior de Chile

Chile vive uno de sus momentos más tensos en lo que a criminalidad se refiere. El que se considera uno de los países más seguros de América Latina, junto a Costa Rica y Uruguay, está siendo afectado por una escalada de tiroteos saldados con múltiples víctimas en las últimas semanas. Sobre todo en la región de la capital del país, Santiago.

El pasado domingo, en la comuna de Quilicura situada en el sector norte de la ciudad, fueron acribillados cuatro adolescentes de entre 13 y 16 años al salir de un cumpleaños en la madrugada. La Justicia sigue investigando el caso y, hasta el momento, la Policía ha detenido a un sospechoso de participar en el homicidio. Según medios locales, el arrestado tiene un amplio expediente delictivo con armas de fuego.

Esta semana, no muy lejos de Quilicura, en la comuna de Lampa, fueron asesinados cinco extranjeros que se encontraban de 'afterhour'. Tras una discusión se desató el tiroteo en el que también se registraron siete heridos. Seis personas supuestamente sospechosas de haber participado en el incidente han sido arrestadas.

El alcalde de esta comuna, Jonathan Opazo, ha pedido más presencia de agentes de seguridad porque la comisaría más cercana es compartida con otra localidad y abarca un terreno de mil kilómetros cuadrados, algo "imposible de cubrir para el cuerpo".

Según la Fiscalía, estos sucesos de Santiago se suman a otros tiroteos que han terminado con la vida de al menos seis personas más en las últimas semanas en Viña del Mar. Cifras que aumentan la preocupación de los chilenos por la escalada de violencia, según reflejan las encuestas. Detrás de ellas puede encontrarse el incremento del narcotráfico desde 2023.

La elevada cifra de asesinados estas últimas semanas ha impulsado a la oposición, sobre todo a la ultraderecha, a exigir la renuncia de la ministra de Interior, Carolina Tohá, a lo que el presidente, Gabriel Boric, ha respondido tajantemente: "No pediré la dimisión a nadie. Así que gasten su energía para colaborar".

Asimismo, reclamó a sus rivales que abandonen "esa miopía política de tratar de dividir" y para enfrentarse al crimen organizado "unidos" en una agenda de seguridad debatida en el Parlamento. Además abogó por sacar adelante un pacto fiscal que permita disponer de más recursos para fortalecer a la Policía. "No vamos a permitir que el crimen organizado nos gane la batalla", exclamó Boric desde Paraguay, donde se encuentra por compromisos políticos.

Estado de emergencia

Para frenar esta escalada de violencia, la ministra de Interior anunció el miércoles la formación de una nueva fuerza conjunta compuesta por la Policía de Investigaciones y los Carabineros. Contará con el apoyo del Ministerio Público e incluirá un refuerzo de fronteras y una mayor fiscalización de armas. "Son delitos extremadamente graves: personas que perdieron la vida, homicidios y despliegue de armamento. Incluso menores de edad han sido víctimas de ello. Se requiere hacer un esfuerzo adicional", afirmó Toha.

Junto a la creación de esta nueva unidad, Boric no descarta lo que la oposición le pide a gritos, declarar el estado de emergencia en Santiago. En la presentación de esta medida quiso alertar de que el despliegue de militares en zonas urbanas no siempre es una medida efectiva, sin embargo, no descarta ninguna "herramienta constitucional".

En este mismo discurso entonó el mea culpa con respecto a las medida anteriormente implementadas por su Gobierno. "No han dado los resultados esperados", dijo. Por ello considera que "hay que avanzar hacia nuevas iniciativas".

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