EE. UU.

Cualquiera podrá portar rifles cerca de Trump en la cumbre republicana

Paradójicamente, los asistentes podrán colgarse del hombro un rifle, pero no podrán llevar en mochila paraguas o botellas.

Rodeado de agentes del servicio secreto, Donald Trump alza el puño tras ser objeto de un ataque durante un mitin en Pensilvania
Rodeado de agentes del servicio secreto, Donald Trump alza el puño tras ser objeto de un ataque durante un mitin en Pensilvania
Evan Vucci

Milwaukee es «horrible», en palabras de Donald Trump, que suele pintar como Sodoma y Gomorra a las ciudades gobernadas por alcaldes demócratas. Es, ciertamente, la más peligrosa del Estado de Wisconsin, de acuerdo a las estadísticas, que se dispararon con la pandemia pero están volviendo a su cauce. Con todo, el Partido Republicano que coronará esta semana al expresidente como su líder se ha negado a endurecer el control de armas.

El candidato, al que Dios, según sus palabras, salvó de la muerte el sábado porque le ha encomendado la misión divina de salvar a Estados Unidos, escuchó en el oído el silbido de las balas y sintió el calor de su propia sangre en el rostro. Un par de centímetros o un gesto más contenido pudieron haber acabado con su vida. En ese momento Trump se giraba para mostrar a la audiencia masiva de su mitin en Butler (Pensilvania) las estadísticas con las que sostiene que los problemas de seguridad están relacionados con el aumento de la inmigración ilegal. Ése será el tema de la segunda noche de la convención del partido conservador, que se abre este lunes en esta ciudad del Medio Oeste Americano. Organizada directamente por la nuera de Trump, Lara Trump, la primera jornada tendrá como tema Make America Wealthy Once Again (Haz a América saludable otra vez) y la segunda, Make America Safe Once Again (Haz a América segura de nuevo).

No será fácil en el ambiente de tensión que ha desatado el intento de asesinato. Los titulares que hoy se leyeron ayer en los periódicos de todo el mundo inspirarán a otros bravucones y desequilibrados en busca de la gloria póstuma a intentar lograr lo que Matthew Crooks no consiguió.

Milwaukee recibirá en estos días a unas 50.000 personas, entre los 2.429 delegados elegidos en primarias para votar candidato a Trump, 15.000 periodistas o trabajadores de medios de comunicación, asistentes y políticos de todas las calañas.

Frente de resistencia

Wisconsin tiene una de las leyes más permisivas para el uso de armas, propia de un estado de la América profunda. La jurisprudencia ha impedido reiteradamente que ninguna ciudad o localidad pueda restringir el derecho casi absoluto a portar armas abiertamente. Solo quedan vetadas las ametralladoras, las recortadas que hayan sido modificadas para lograr más alcance y los silenciadores. Cualquiera que se acerque al perímetro de seguridad marcado como 'blando' y coloreado de amarillo en torno al Fiserv Fórum, donde hablará Trump el jueves, puede llevar colgado del hombro un rifle semiautomático AR15, como el que su asesino frustrado utilizó para intentar matarle el sábado. Los esfuerzos locales para limitar ese derecho en un entorno tan delicado como la convención política se han tropezado de frente con la resistencia del partido de Trump, que no quiere ceder ni una pulgada. La que pudo haberle costado la vida a su líder.

La única zona en la que se necesitará un permiso de armas será el estricto perímetro de acceso al pabellón y el interior de las instalaciones, marcado en azul sobre el mapa de esta ciudad de 536.000 habitantes, erigida en la orilla oeste del Lago Michigan, en la que la tensión propia de un acontecimiento de esta magnitud se ha disparado.

Es un agravante a la vida cotidiana de un país donde hay más armas que habitantes. Solo en la semana del 4 de julio, seis niños fueron heridos de bala en Milwaukee. Van 63 asesinatos en lo que corre del año. Esta semana los bares podrán saltarse el horario de cierre y servir copas hasta las cuatro de la madrugada. Todos los hoteles están ocupados en un radio de 130 kilómetros a la redonda que llega hasta Madison, la segunda ciudad del estado, que sirve de dormitorio a la convención, con un 28% menos de delincuencia. Para cubrir este tránsito el partido ha puesto en las carreteras una flota de 400 autobuses llamados 'GOP Express'.

Paradójicamente, los asistentes podrán colgarse del hombro un rifle, pero no podrán llevar en mochila paraguas o botellas. Tampoco los manifestantes podrán protestar en la llamada franja amarilla donde sí se permiten las armas. Triunfa la segunda enmienda constitucional, pero no la primera que protege la libertad de expresión.

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