Meloni 'superstar' y un chef con tres estrellas Michelin para los líderes mundiales del G7

Tras su contundente victoria en las elecciones europeas, la primera ministra italiana se reivindica como líder internacional al ejercer de anfitriona en la cumbre del G7.

Cumbre del G7 en Italia
Europa Press

Difícilmente va a olvidarse Giorgia Meloni de estos días. La primera ministra italiana vive el momento más dulce de su carrera política tras su rotunda victoria en las elecciones europeas del pasado fin de semana, en las que logró un 28,8% de las papeletas, y ejercer ahora como anfitriona en la cumbre del G7, que se celebra hasta el sábado en la región de Apulia, al sur del país, al ostentar Italia la presidencia de turno del club de las democracias liberales.

A diferencia del resto de mandatarios, que llegaron a la reunión lastrados por los problemas domésticos, las encuestas menguantes o tras haberse llevado un revés en los recientes comicios, Meloni está en el cénit de su popularidad, al haber sido la única gobernante de uno de los grandes países europeos que salió reforzada de la última cita con las urnas.

La cumbre del G7 ofrece a la primera ministra italiana una oportunidad de oro para impulsar su perfil internacional, tejer nuevos contactos y presentarse como una figura de referencia para la galaxia conservadora. Por eso aprovechó para invitar a la cita de Apulia a los presidentes de países que no forman parte del G7, como Ucrania, Argentina, Brasil, India, Turquía, Argelia y Kenia, además de al papa Francisco.

También acudieron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, participantes habituales en estas citas. Precisamente Von der Leyen fue la primera mandataria a la que Meloni recibió en el lujoso complejo hotelero de Borgo Egnazia, donde se celebra la cumbre y se tomó la foto de familia habitual de estos encuentros.

EFE

Foto con los reporteros

Mientras esperaba a que llegaran los presidentes, la primera ministra incluso bromeó con la nube de reporteros gráficos que cubría el evento, haciéndose un selfi con ellos. Su sonrisa y lenguaje corporal mostraban que estaba encantada del momento que vivía. Y eso que hubo algún mandatario que le hizo esperar bastante, como el presidente estadounidense, Joe Biden, al que le dijo bromeando: "Joe, llegas tarde. ¡Te has hecho esperar!". A Biden se le vio muy cansado, por lo que renunció a participar en la cena de gala ofrecida a los mandatarios internacionales por el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, en un castillo en Brindisi.

Como maestra de ceremonias de las distintas reuniones de la cumbre, celebradas alrededor de una hermosa mesa redonda de madera de olivo, Meloni presentó al G7 como una oportunidad para afrontar las "crisis globales", en particular las que ponen en peligro "la libertad y la democracia". Lo hizo, no obstante, tendiendo la mano a países que puedan sentirse amenazados por esta cita de las grandes democracias liberales, como Rusia o China. "El G7 no es una fortaleza cerrada en sí misma que debe defenderse de alguien, sino una oferta de valores que abrimos al mundo para tener como objetivo un desarrollo compartido", señaló en su breve discurso de apertura de la cumbre.

Meloni aprovechó para incluir en la agenda de la cita de Apulia las inversiones en África, uno de los pilares de su política exterior y que ha articulado en el llamado Plan Mattei, con el que pretende reducir la presión migratoria sobre su país a través del Mediterráneo Central. Esta iniciativa fue aplaudida por el consejero de Seguridad Nacional del Gobierno estadounidense, Jake Sullivan, que la consideró "coherente" con la política norteamericana. También se llevó la primera ministra italiana los elogios de Von der Leyen, que podría necesitar el apoyo de Meloni para su reelección al frente de la Comisión Europea.

Un chef con tres estrellas Michelin

En Italia, por lo general, se come muy bien en casi cualquier restaurante, pero los líderes mundiales que participan en la cumbre del G7, que se celebra desde este jueves y hasta el sábado en la región de Apulia, al sur del país, se van a dar un auténtico homenaje gastronómico.

El Gobierno de Giorgia Meloni, anfitrión de esta cita al ejercer la presidencia semestral del club, ha confiado los fogones del encuentro a Massimo Bottura, chef con tres estrellas Michelin con su restaurante de Módena, la 'Osteria Francescana'. Con un menú especial titulado 'Vieni in Italia con me' (Ven a Italia conmigo), Bottura ofrecerá a los participantes en la cumbre un peculiar viaje culinario por las excelencias gastronómicas de su nación.

"El primer día está dedicado principalmente al sur. El primer plato será pan y tomate de Campania, con un menú que ofrece muchos mensajes, comenzando con la lucha contra el derroche de alimentos y la inclusión, gracias a los tortellini realizados por una asociación de familias de personas con autismo", explicó a los medios locales el prestigioso chef.

Otros de los platos de Bottura que los líderes mundiales degustarán son: sopa de pescado de la laguna véneta; mejillones, almejas y cangrejo azul al vapor; gambas rojas a las finas hierbas; risotto con lubina y cítricos; pesto a la genovesa; ternera piamontesa con salsa ligera de verduras. Las distintas creaciones del chef estarán acompañadas de los mejores vinos italianos y concluirán con sus dulces, como el célebre 'Ooop mi è caduta la crostatina', que recrea una tarta que acabara de caerse al suelo.

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