UCRANIA

La Conferencia de Paz para Ucrania nace coja

La cumbre, que se celebrará en Suiza el próximo fin de semana, está marcada por las ausencias de Rusia, China y de Joe Biden.

El presidente francés Emmanuel Macron (D) saluda al presidente ucraniano Volodímir Zelenski (I) durante una rueda de prensa conjunta en el Palacio del Elíseo en París, Francia, el 7 de junio de 2024.
El presidente francés Emmanuel Macron (D) saluda al presidente ucraniano Volodímir Zelenski (I) durante una rueda de prensa conjunta en el Palacio del Elíseo en París, Francia, el 7 de junio de 2024.
YOAN VALAT / POOL

En Bürgenstock, una apacible localidad suiza que se mira desde las alturas en el espejo del Lago de Lucerna, se casó en 1954 la actriz Audrey Hepburn, que tenía 25 años, con el actor Mel Ferrer. Las fotografías del enlace dieron la vuelta al mundo. Y el próximo fin de semana (15-16 de junio) el mundo pondrá de nuevo sus ojos sobre Bürgenstock, sede de la Conferencia para la Paz en Ucrania. El presidente de ese país invadido por Rusia, Volodímir Zelenski, busca el apoyo internacional para expulsar a las tropas del Kremlin de su territorio. Cerca de cien países, incluida España, han confirmado su presencia. Pero no estarán ni Rusia, que no ha sido invitada, ni China, que apoya económicamente a Moscú. Ni siquiera acudirá Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, que prefiere estar en la Cumbre del G-7 (13-15 de junio) y que enviará a su vicepresidenta, Kamala Harris. Las ausencias reducen las expectativas de la reunión.

A mediados de enero, Zelenski aprovechó un viaje a Suiza para solicitar a su homóloga helvética, Viola Amherd, que organizara esta conferencia. Recibió el visto bueno de un país de tradición neutral. En la agenda de acto apareció de inmediato la 'fórmula Zelenski' para lograr la paz. El punto clave es la retirada de las tropas rusas y la restauración de la integridad territorial de Ucrania con las fronteras de 1991 (también Crimea). Además, incluye la protección de los suministros alimentarios y energéticos, la seguridad nuclear, la liberación de todos los presos y el retorno de los deportados. Y contempla la puesta en marcha de un tribunal para los crímenes de guerra rusos.

Moscú rechaza la propuesta y menosprecia la trascendencia que pueda tener esta Conferencia de Paz. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha calificado la cita de Bürgenstock de «intrascendente». En la televisión pública rusa, los ataques han alcanzado también a la presidenta suiza, tachada de «satanista» y «asesina de bebés».

A finales de mayo, Zelenski hizo un llamamiento a Biden y al presidente de China, Xi Jinping, para que participaran en la reunión. «Por favor, apoyen la cumbre de paz con su liderazgo», rogó. No ha sido escuchado. Biden envía a Harris en su lugar. Y China ni siquiera manda a representantes diplomáticos. Pekín argumenta que «los preparativos de la reunión no cumplen con las condiciones que pide China ni con las expectativas de la comunidad internacional. El gigante asiático considera que la posible solución para el conflicto en Ucrania debe recibir el respaldo tanto de Kiev como de Moscú. En Bürgenstock solo estará una de las partes.

El próximo fin de semana el mundo pondrá de nuevo sus ojos sobre Bürgenstock, sede de la Conferencia para la Paz en Ucrania

Zelenski es consciente de que China es un factor clave. Xi Jinping se declara oficialmente neutral y niega que haya enviado armamento al ejército ruso. Pero se ha convertido en el mejor socio económico de Vladímir Putin. A mediados de mayo, China y Brasil ­-otro país que no acudirá a la cita suiza- firmaron una declaración conjunta en la que pedían la apertura de un proceso de paz que nada tiene que ver con la Conferencia que se celebrará el próximo fin de semana. El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, sugirió incluso que fuera China el mediador entre Kiev y Moscú.

A medida que se ha ido acercando la cita en Bürgenstock, Zelenski ha centrado sus críticas en la postura de Pekín. En una rueda de prensa, denunció que Rusia, «utilizando a diplomáticos chinos, está haciendo todo lo posible para trastocar el desarrollo de la conferencia de paz». A juicio del presidente ucraniano, la guerra «se alargará» por culpa del respaldo que Vladímir Putin recibe de China.

La ausencia de Rusia, China y Joe Biden reduce las expectativas de la reunión

La sede, blindada

Frente a esas significativas ausencias, están las presencia confirmadas de Estados Unidos, con Kamala Harris, y de los presidentes de Francia (Emmanuel Macron) y España (Pedro Sánchez) y del canciller alemán (Olaf Scholz). Asistirán también el presidente de Colombia, Gustavo Petro; de Argentina, Javier Milei, y de Ecuador, Daniel Noboa. Los organizadores de la cumbre calculan que en Bürgenstock habrá representantes de cien países.

La localidad suiza se ha preparado para la 'invasión' diplomática. Esta vez no se trata de blindarse ante los curiosos que, como en 1953, querían ver la boda de Audrey Hepburn. Con una guerra abierta en Europa, la seguridad se ha convertido en una prioridad. A Bürgenstock solo se puede acceder por una carretera, un funicular y un ascensor.

Zelenski busca apoyo internacional para expulsar a las tropas del Kremlin de su territorio

El complejo, construido en 1873 y ahora propiedad de accionistas de Catar, estará vigilado por policías y 4.000 miembros del ejército suizo. El espacio aéreo sobre la zona permanecerá restringido durante la celebración de una conferencia de paz en la que pesarán las ausencias. Los presentes, al menos, tratarán de frenar la escalada. Como dice Macron, el objetivo es evitar que Moscú, el invasor, tenga el control del conflicto.

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