El balance de víctimas a causa de la ofensiva militar lanzada por Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas ha aumentado a más de 36.700 muertos y 83.500 heridos, según han denunciado este viernes las autoridades del enclave, controladas por el grupo islamista palestino.

El Ministerio de Sanidad gazatí ha apuntado que "el balance de la agresión israelí ha aumentado a 36.731 mártires y 83.530 heridos", antes de especificar que "la ocupación israelí ha cometido en las últimas 24 horas ocho masacres contra familias en la Franja de Gaza, con 77 muertos y 221 heridos".

Asimismo, ha subrayado que hay un número indeterminado de víctimas "bajo los escombros y en las carreteras", sin que sus cuerpos hayan podido ser recuperados. Las autoridades gazatíes han cifrado en cerca de 10.000 los desaparecidos, motivo por el que la cartera ha reclamado a los familiares de los fallecidos y los desaparecidos que "completen sus datos" registrándose a través de un enlace con el objetivo de "completar todos los datos en los historiales del Ministerio de Sanidad".

Por su parte, el Ejército de Israel ha confirmado nuevos enfrentamientos en la zona oriental de la ciudad de Deir al Balá y el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza, donde los militares "han eliminado a decenas de terroristas" y "localizado túneles y destruido infraestructura terrorista".

Además, ha manifestado en su balance de operaciones de las últimas 24 horas que sus fuerzas "siguen operando en el centro de la Franja de Gaza y en la ciudad de Rafah, situada en la frontera con Egipto, donde han hallado "Muchos túneles y armas", sin más precisiones al respecto.

El Ejército de Israel ha incrementado durante las últimas semanas sus bombardeos contra Rafah y lanzó el 6 de mayo una ofensiva contra la ciudad, inicialmente centrada en la parte oriental de la ciudad y extendida posteriormente a su zona centro, incluida la toma del lado palestino del paso con Egipto, lo que supuso la suspensión de operaciones humanitarias a través del cruce fronterizo.

La ofensiva fue desatada poco después de que Israel rechazara una propuesta de alto el fuego presentada por Egipto y Qatar que había recibido el respaldo de Hamás. Las tensiones han ido al alza desde entonces debido al recrudecimiento de la ofensiva israelí a pesar de los llamamientos internacionales y de una orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que detenga sus ataques.