El avance de la ultraderecha se somete a su prueba de fuego en las europeas

El cordón sanitario tiembla en países como Italia y Holanda; y Von der Leyen abre la puerta a que entren en las instituciones comunitarias.

La presidenta de Italia, Giorgia Meloni; la ultraderechista francesa, Marine Le Pen; y el ultraderechista neerlandés, Geert Wilders
La presidenta de Italia, Giorgia Meloni; la ultraderechista francesa, Marine Le Pen; y el ultraderechista neerlandés, Geert Wilders
H. A.

Georgia Meloni en Italia, el partido de Marine Le Pen en Francia, los nacionalistas flamencos de Vlaams Belang en Bélgica. La ultraderecha ha ido ganando fuerza en la Unión Europea en los últimos años al calor de las diferentes crisis -la pandemia, la guerra en Ucrania.- y de los discursos antiinmigración. El cordón sanitario que mantenía a estas formaciones fuera de los gobiernos ha saltado por los aires en algunos Estados miembros y esa barrera podría romperse también a nivel europeo tras las elecciones del domingo.

Los sondeos apuntan a un avance de la ultraderecha que haría temblar la gran coalición de los populares, socialdemócratas y liberales en la Eurocámara y podrían llevar a estos partidos hasta las instituciones de la UE de la mano de Ursula von der Leyen, favorita a repetir como presidenta de la Comisión Europea y que ha abierto la puerta a aliarse con partidos como el de Meloni.

Entre los logros de la primera ministra italiana se encuentra la normalización de la ultraderecha 'blanda', la que forma parte del grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) en la Eurocámara -compuesta por partidos como Vox, que según el CIS sería la tercera fuerza en España con entre 5 y 6 escaños-.

Von der Leyen ha destacado su buena sintonía con Meloni en los debates de los Veintisiete en Bruselas, donde la líder italiana ha hecho gala de un talante más pragmático, apartando su discurso euroescéptico. El domingo espera mejorar sus resultados a nivel europeo y confía en que su formación Hermanos de Italia sea la primera fuerza. Curiosamente, su mayor rival será La Liga, del también ultraderechista Matteo Salvini.

Los Estados miembros con mayor influencia en la toma de decisiones de la UE no son ajenos a este fenómeno. El partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, es fuerte en Francia, con 89 escaños en el Parlamento y podría lograr un tercio de los votos franceses en las europeas. Le Pen quiere seguir el camino iniciado por Meloni y "ablandar" su imagen. Por ahora, ha establecido un cordón sanitario a Alternativa para Alemania (AfD), cuyo cabeza de lista normalizó a las SS nazis, expulsándolo del grupo Identidad y Democracia (ID).

Además, ha tendido la mano a la líder italiana y le ha ofrecido fusionar los dos grupos de extrema derecha de la Eurocámara -ERC e ID, coalición de partidos más extremos y al que pertenece la formación de Le Pen- para así convertirse en la segunda fuerza del hemiciclo. Para lograrlo, los partidos de ID tendrán que moderar su discurso, ya que Von der Leyen ha sido clara sobre sus líneas rojas: sólo pactará con partidos proeuropeos, contrarios a Putin y que defiendan el Estado de Derecho.

Choques pasados 

Este último requisito será el mayor escollo de Von der Leyen para pactar con los polacos de Ley y Justicia (Pis) del ex primer ministro Mateusz Morawiecki. En sus años en el poder protagonizó numerosos choques con Bruselas, por sus políticas contrarias al colectivo LGTBI y de control del Poder Judicial que vulneran el Estado de Derecho. La formación sigue siendo la primera en votos y confía en volver a ocupar los veinticinco escaños que tiene en la Eurocámara, manteniendo sus mensajes antiinmigración, antirrusos y euroescépticos.

Algunas de estas formaciones lideran países -en Italia y Hungría, con el Fidesz de Viktor Orbán- y en otros muchos forman parte de las coaliciones de Gobierno, como los Demócratas por Suecia -el segundo partido más votado en los últimos comicios- y el Partido de los Finlandeses. En las elecciones holandesas también triunfó el discurso del ultraconservador e islamófobo Greet Wilders y en Bélgica la victoria en las europeas podría ir a los nacionalistas flamencos de ultraderecha del Vlaams Belang.

Los resultados del domingo serán la prueba de fuego para el avance de la ultraderecha en Europa. Pero, aunque estas formaciones salgan victoriosas en las urnas, queda por ver si serán capaces de dejar a un lado sus diferencias y si apuestan por el pragmatismo para ablandar su imagen.

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