Francia desaloja sus monumentos y redobla la presencia de soldados en las calles

El Gobierno refuerza la seguridad en todo el país después del atentado islamista que el viernes costó
la vida a un profesor.

Policías franceses, delante del Louvre tras ser evacuado por riesgo de atentado terrorista.
Policías franceses, delante del Louvre tras ser evacuado por riesgo de atentado terrorista.
SARAH MEYSSONNIER/Reuters

Francia se blinda tras el ataque registrado el viernes en un instituto de Arras (norte de Francia) y el aumento de la amenaza islamista en todo el mundo debido a la guerra entre Hamás e Israel. Habrá más soldados, más policías patrullando las calles y más medidas de seguridad en los colegios, sinagogas y grandes eventos deportivos en Francia.

Este refuerzo de la seguridad en todo el país se produce tras el asesinato de un profesor en un ataque con cuchillo perpetrado por un extremista islamista de origen ruso, en el que también resultaron heridas otras tres personas. Los hechos ocurrieron en un centro donde el atacante había sido estudiante.

Tras este atentado, el presidente, Emmanuel Macron, decidió este sábado duplicar el número de soldados de la operación antiterrorista 'Centinela' que patrulla las calles en Francia. Pasarán en los próximos días y "hasta nueva orden" de 3.000 a 7.000 hombres, anunció el Palacio del Elíseo.

La 'operación Centinela' fue lanzada en enero de 2015 por el presidente François Hollande tras los atentados de la revista Charlie Hebdo y el supermercado Hypercasher para proteger a los franceses del terrorismo. El Ejecutivo va a reforzar la seguridad en torno a los partidos del Mundial de Rugby, con un total de 3.500 policías movilizados este fin de semana, anunció el Ministerio del Interior. También habrá más protección en las escuelas, las sinagogas y lugares frecuentados por la comunidad judía.

El Gobierno teme que la guerra entre Hamás e Israel se pueda traducir en otros episodios violentos en territorio galo, especialmente dirigidos contra la comunidad judía. Interrogado sobre el vínculo entre los ataques de la milicia islamista ocurridos hace ocho días en varios kibutz y el crimen ocurrido el pasado viernes en Arras, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, consideró que es "evidente" que desde el fin de semana anterior hay "una atmósfera de yihadismo, de pasar a cometer actos".

Evacuaciones

El museo del Louvre y el Palacio de Versalles, ambos en París, fueron este sábado evacuados por razones de seguridad y cerraron durante el resto de la jornada después de recibir amenazas de bomba. Al final, resultaron falsas. Miles de personas fueron desalojadas de los dos monumentos nacionales. Un francés radicalizado, fichado por la Policía, fue detenido también en el metro después de amenazar con un «objeto contundente» a los viajeros, según la prensa local.

Por otro lado, al menos nueve personas fueron detenidas y otras 260 terminaron multadas por participar ayer en una manifestación propalestina en París, a pesar de que estaba prohibida por la prefectura. Darmanin prometió "firmeza" contra el antisemitismo tras confirmar que en esta semana se han producido 189 incidentes de esta naturaleza en el país. Por ahora, han sido detenidas 65 personas por declaraciones o actos antisemitas, de los que 23 son extranjeros.

El ministro anunció "la retirada sistemática del permiso de residencia" y "la expulsión sistemática de todo extranjero" que sea considerado "peligroso" por los servicios de Interior. Desde 2017, fecha de la llegada al poder de Emmanuel Macron, el Gobierno ha expulsado a 800 extranjeros radicalizados, recordó el ministro.

El Ejecutivo ya activó el viernes la alerta máxima tras el atentado en el instituto de Arras. El plan 'Vigipirate' de lucha antiterrorista se encuentra ahora en el nivel de "emergencia por atentado". Este nivel está vigente por un tiempo limitado, que coincide con la gestión de una crisis. Permite movilizar recursos excepcionales y difundir informaciones para proteger a los ciudadanos en situaciones de crisis.

El ministro de Educación, Gabriel Attal, anunció que mañana las clases comenzarán en los colegios e institutos franceses a las diez de la mañana, un hora y media más tarde de lo habitual. Profesores y estudiantes mantendrán un minuto de silencio en homenaje a Dominique Bernard, el profesor de francés asesinado en Arras, y a Samuel Paty, el profesor de Historia decapitado hace tres años por haber enseñado las caricaturas de Mahoma en clase.

La primera ministra Élisabeth Borne envió un mensaje de tranquilidad a los padres, profesores y alumnos, preocupados por su seguridad en los centros escolares. "Mi gobierno, los prefectos y las fuerzas de seguridad interior están movilizados" para protegerles, prometió la primera ministra.

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