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Más de un millón de devotos veneran en Nepal al dios Shiva tras dos años de pandemia

Este festival religioso, que marca el final del invierno y la llegada del verano y se conoce como "la gran noche de Shiva", se celebró como cada año en el templo hindú Pashupatinath de Katmandú.

Devotos caminando hacia el templo hindú Pashupatinath en Katmandú
NARENDRA SHRESTHA

Más de un millón de devotos veneraron este martes al dios Shiva con motivo de Maha Shivaratri, una de las celebraciones más populares para la comunidad hindú en Nepal, que se volvió a festejar en la nación del Himalaya después de dos años de cancelaciones por la pandemia de la covid-19.

Este festival religioso, que marca el final del invierno y la llegada del verano y se conoce como "la gran noche de Shiva", se celebró como cada año en el templo hindú Pashupatinath de la capital, uno de los parajes considerados Patrimonio Cultural de la Unesco en el Valle de Katmandú.

Decenas de miles de devotos hicieron cola en las afueras del templo desde primera hora de la mañana con guirnaldas, varitas de incienso y frutos de coco y hojas para ofrecer al dios Shiva en el interior de estas instalaciones, que se ubican a orillas del río sagrado Bagmati.

"Estaba emocionado de ver el regreso del festival después de dos años", dijo Efe Rabindra Sharma, un devoto que solía frecuentar el templo para adorar al Shiva durante los últimos 20 años, pero que tras declararse la pandemia, no pudo volver a visitarlo.

Fiesta de Maha Shivaratri: miles de devotos veneran al dios Shiva| Fotos

Las celebraciones de este año atrajeron a más de un millón de devotos, en su mayoría de la vecina India, y desde que se inauguro el festival tras permanecer dos años suspendido por la pandemia, se desplegaron más de 5.000 policías para garantizar la seguridad durante los festejos, aseguro a Efe un portavoz de la Policía de Katmandú, Dinesh Mainali.

El festival también fue celebrado por los miembros de la comunidad hindú de varias regiones del sur de Asia, como la India o Sri Lanka, donde los devotos conmemoran la vida del dios Shiva, de quien se cree que bebió veneno para salvar a la humanidad y a los dioses de la aniquilación, según la mitología hindú.

A las celebraciones también acudieron más de 5.000 naga babas y sadhus (monjes ascetas hindúes), según la policía nepalí. Entre ellos estaba Sachinanda Goswami Pandit, un sadhu que vino hace una semana desde la región norteña de Bihar, en la India, para disfrutar en Katmandú de este festividad que termina esta medianoche.

"Vengo a Nepal todos los años, excepto los dos últimos, para participar en el mayor evento religioso anual", dijo a Efe. La celebración hindu se retoma en Nepal después de permanecer dos años suspendida por las restricciones de la pandemia de la covid-19, gracias a la bajada de casos que experimenta el país, que parecen apuntar que lo peor se ha dejado atrás.