Un aragonés en Ohio: "El confinamiento total de EE. UU. va a ser imposible"

Si la vida transcurriese por unos cauces de lógica y normalidad, este miércoles, 1 de abril, Noel Prieto debería estar subido a un avión rumbo a Zaragoza. Sin embargo, el incesante auge del coronavirus también ha trastocado su planificación. Desde Ohio (Estados Unidos), este ingeniero aragonés trata de continuar con su vida a pesar de residir en el país más castigado por el virus, donde se superan los 164.000 contagios y el número de fallecidos está por encima de 3.100.

"Es cierto que es el país con más casos, pero creo que hay que tener en cuenta dos factores: Estados Unidos tiene la misma extensión que Europa y tiene la mitad de población. Entiendo la preocupación de mi familia y mis amigos, que es lógica y debe existir, pero ese matiz es muy importante", explica.

Tras dos años "yendo y viniendo", hace seis meses que Noel se instaló definitivamente junto a su mujer y sus dos gatos en el estado de Ohio, que supera los 11 millones de habitantes. Allí, como en el resto del país, sí se han cerrado escuelas, pequeños comercios y grandes industrias, pero "está permitido salir a la calle a pasear e ir al parque. De hecho, se ven un montón de niños ir en bicicleta o en patinete, son más recomendaciones que medidas obligatorias como ocurre en España", aclara.

El aragonés trabaja en Fersa, una empresa dedicada a la fabricación y distribución de rodamientos en el sector de la automoción, a la que acude regularmente. "Somos siete personas, dos en el almacén y cinco en las oficinas. En nuestro caso, estamos considerados empresa esencial por ser un proveedor para servicios de transporte. Actualmente nos vamos alternando, unos días trabajamos desde casa y otros en la oficina, de tal manera que no haya más de dos personas trabajando físicamente", señala.

La movilidad dentro del país americano también ha sufrido importantes restricciones. "Se han prohibido los vuelos entre diferentes estados. Nueva York, San Francisco, Chicago y Los Ángeles son los que están teniendo un mayor número de casos", asegura. Pero, a pesar de toda esta situación, Noel afirma estar "fuerte y animado", aunque "preocupado" por la situación de su familia en España.

"Es duro hablar con tu madre, que lleva tres semanas confinada, y escucharla llorar; o con mis sobrinos, que son pequeños y se empiezan a cansar… Por suerte, mi vida aquí continúa más o menos normal. Estar leyendo siempre malas noticias no ayuda, pero tanto mi mujer como yo hablamos todos los días con nuestra familia", afirma el zaragozano, de 35 años.

Además, Noel comparte su sorpresa por la "abrumadora demanda" que ha experimentado la compra de armas en el país, según los medios locales. "Es algo que te choca, sobre todo, porque en España es inimaginable. Hace unos meses fuimos a casa de unos clientes en Portland y tenían un fusil M16 con tres cargadores en la puerta con total normalidad. Llama la atención, pero actualmente no debería llegar a suponer nada más”, considera.

La sanidad, un bien de lujo

El sistema sanitario de Estados Unidos es de carácter privado. Esta situación convierte a la atención médica en un bien prácticamente de lujo, especialmente ante crisis sanitarias de esta índole. "En España, afortunadamente, seas más rico o más pobre, si vas a la Seguridad Social te van a atender. Aquí, si quieres que te atiendan tienes que tener un seguro, y mucha gente no dispone de él. Es decir, si te pones malo y necesitas ir te hacen una factura. Sin seguro, dar a luz te cuesta 30.000 dólares (más de 27.000 euros)", ejemplifica.

Cuestionado por el devenir más próximo de Estados Unidos, Noel cree "muy difícil" que se lleguen a aplicar unas medidas "tan extremas" como ha ocurrido en Europa. "Trump es empresario y su principal prioridad es que no se detenga la economía americana. Él considera que mueren 40.000 personas de gripe al año y que es normal que por el coronavirus mueran 100.000. El confinamiento total de EE. UU. va a ser imposible", concluye.