El restaurante de Aragón, favorito de Karlos Arguiñano, en un bonito pueblo de Teruel
El televisivo cocinero vasco lo descubrió hace tiempo, en 2011, y desde esa primera visita no ha dejado de regresar y recomendarlo.
La Fresneda es una maravilla, el secreto a voces de la comarca del Matarraña. Durante mucho tiempo, su fama quedaba opacada en la zona por el puente de entrada a la zona noble de Valderrobres, o las pozas de Beceite, o la majestuosidad de Calaceite, pero en los últimos años ha empezado a brillar con luz propia. Es un pueblo bonito desde fuera, precioso al recorrerlo por dentro, con patrimonio rico y variado y, además, una excelente tradición culinaria.
En la oferta hostelera de La Fresneda sobresale un lugar, recomendado por el mismísimo Karlos Arguiñano. El cocinero vasco lo descubrió hace tiempo, en 2011, cuando era propietario de un equipo de motos de velocidad y acudía a las carreras del Mundial en Alcañiz. Desde su primera visita no ha dejado de regresar y recomendarlo, por sus instalaciones, el trato recibido y, sobre todo, la cocina. Se trata del hotel y restaurante El Convent.
Las hermanas Romeo son el soporte conceptual y laboral de esta aventura, que ya dura un cuarto de siglo desde que sus padres la comenzaran. El edificio fue iglesia del Convento de los Mínimos, y data de 1613. La familia Romeo apostó primero por el concepto puro de casa rural, pero la idea evolucionó hasta el actual estatus. Hay una veintena de habitaciones, la tranquilidad es norma y los rincones para desconectar son muchos: la idea es alejar a quien venga de cualquier estímulo que pueda llevar al estrés.
Restaurante El Convent de La Fresneda: delicias de la zona con un toque elegante
El restaurante abre al público en horario de comidas. Las cenas son más informales, se preparan previo encargo, y están limitadas a la gente que se hospeda en el hotel. Hay menú de temporada a 39 euros entre semana, y menú infantil por 18, además de la carta. El restaurante opera de miércoles a domingo.
En esta primavera hay un delicioso menú degustación por 60 euros (a mesa completa) que incluye sobrasada templada de kilómetro cero con miel del Matarraña; croqueta de la casa; taco de anguila ahumada; habitas estofadas con alcachofa y gamba blanca; setas de primavera con yema de huevo curada, butifarra blanca, piñones y aceite de trufa; pierna de cordero de La Fresneda, asada con pera rustida y tomillo limonero; quesos artesanales, membrillo al moscatel y nueces y, por último, flan de huevo al romero y naranja.
