Un brindis por los Amantes
La bodega turolense Lagar dAmprius, del Grupo Térvalis, lanza al mercado Tempus Amans y Aeternum.
La Fundación Amantes y la bodega del Grupo Térvalis Lagar dAmprius han suscrito un acuerdo de colaboración que ha permitido lanzar al mercado dos vinos en honor a los Amantes de Teruel, Tempus Amans y Aeternum. Los dos caldos, tinto y blanco, fueron presentados el pasado jueves en los jardines del claustro de la iglesia de San Pedro de Teruel ante representantes del sector de la hostelería y el turismo.
El obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, que preside la Fundación Amantes, destacó que el vino, como el agua o el aceite, forman parte de la cultura de la humanidad y que, en este sentido, la provincia cuenta con muy buenos ejemplos de esta bebida.
La gerente de la Fundación Amantes, Rosa López Juderías, resaltó que Tempus Amans y Aeternum son "un homenaje a un icono turolense". De hecho, los vinos fueron presentados en un estuche de lujo que ha sido decorado con una reproducción del mural de Jorge Gay El amor nuevo que preside la sala donde se encuentran los restos momificados de Isabel de Segura y Diego de Marcilla.
"Donde lleguen los vinos, llegará la imagen renovada de los Amantes de Teruel", dijo López Juderías. El estuche, que podrá encontrarse en comercios y en la tienda de recuerdos del Mausoleo de los Amantes, incluye jamón de Teruel con Denominación de Origen envasado.
Para el director-gerente de Lagar dAmprius, Pedro Casas, Tempus Amans y Aeternum son la prueba de la apuesta de esta bodega por Teruel y su patrimonio cultural. "Queremos demostrar que en Teruel no solo hace frío, también hay buen vino", subrayó. Por ahora, bajo la marca dedicada a los Amantes se han elaborado 11.000 botellas.
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, destacó que el nuevo producto aúna dos símbolos de Teruel, como son los Amantes y el vino, que de esta forma promocionarán el nombre de la capital mudéjar por todas partes.
La cata
El sumiller Raúl Igual describió el blanco, de la variedad chardonnay cultivada en el Matarraña, como un vino joven madurado en bodega desde 2016 con aroma a frutas y flores y, por haber estado en contacto con levaduras, incluso a crema pastelera. Del tinto, dijo que es un garnacha que recuerda a la cereza madura, a las grosellas y a las ciruelas, pero también al romero y a la corteza de árbol, con toques de violetas.
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