Boliche Bistro: imaginación, producto y buen vino

En este local se mantiene la máxima de llevar a los platos productos de temporada de gran calidad, con el mínimo tratamiento, pero bien presentados.

Pichón de sangre en su punto.
Pichón de sangre en su punto.

Boliche Bistro acaba de dar entrada en su carta –es de los poquísimos establecimientos zaragozanos que siguen sin ofrecer a sus clientes menús, manteniendo la tradicional fórmula de carta con diferentes apartados– nuevos platos elaborados con los productos de la temporada veraniega. He tenido la oportunidad de probar varios de ellos, degustando pequeñas raciones, y comprobando la constante evolución de este establecimiento en una cada vez más acertada dirección, bajo la batuta de Javier López.


Hace ya cinco años y medio que este hostelero se hizo cargo de lo que entonces no era más que un bar de barrio –muy bien acondicionado, eso sí– en la parte nueva de Miralbueno, en el que se servían bocadillos, raciones y ensaladas.


Pero, poco a poco, y tras una notable ampliación de sus instalaciones y una mayor profesionalización de la cocina, donde oficia Gerardo Tris, el culto al producto de temporada y de la mejor calidad y una justa elaboración con una presentación imaginativa, hacen de este establecimiento un lugar de visita obligada para quienes disfrutan de la buena mesa.


Para empezar, se proponen media docena de platos en los que las verduras de temporada de la tierra, solas o acompañadas de gambas, almejas o jamón, son las protagonistas.


En esta época calurosa, adquiere especial relevancia el apartado de platos fríos, con salmorejos, ajo blanco, salpicón de mariscos, sardinas y anchoas en escabeche, piquillos con bonito y anchoas, ensaladas, melón con jamón o esqueixada, entre otras propuestas.


A los productos del mar se les trata con mucha devoción, empezando por el hecho de que muchos llegan directamente a la cocina desde el puerto de origen a través de mensajero. Estos días se reverencia, especialmente, al bacalao en salazón (con cuatro platos diferentes) y al bonito del norte, que se ofrece a la parrilla, a la vizcaína, encebollado o en tataki. También hay pulpo gallego y cocochas de merluza.


Más prolija es la lista de platos elaborados con productos de tierra adentro, desde caracoles a pichones, pasando por piezas del cerdo, del cordero, del cabrito o de la vaca.


Otra pata importante de Boliche son sus vinos, a los que siempre ha dado un especial tratamiento, con una gran presencia de Bodegas Conde Valdemar –de la D. O. Ca. Rioja– y de Borsao, de la D. O. Campo de Borja, sin olvidar los cavas, champanes y vinos dulces.


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