Economía
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Cariñena tiene una 'fábrica de empleo' a medio gas, el IES Joaquín Costa

El equipo directivo presenta en Zaragoza seis casos de éxito para animar a los jóvenes a que se apunten a sus ciclos de grado medio y superior alrededor del vino.

Cristian Gurrea sirve uno de los vinos que elabora en un garaje en Magallón.
Cristian Gurrea sirve uno de los vinos que elabora en un garaje en Magallón.
M. López

En Cariñena hay una 'fábrica de empleo' alrededor del mundo del vino a la que no se le saca todo el partido posible mientras sus responsables no dejan de intentarlo. No se trata de una o de varias bodegas, ni tampoco de ofertas para trabajar en los viñedos. El que prácticamente garantiza un puesto de trabajo a quien se acerque a él es el IES Joaquín Costa de Cariñena. Eso sí, tiene que formarse en los cursos de los grados medio o superior en vitivinicultura y en elaboración de aceites de oliva y vinos.

“Una vez que los alumnos terminan estos estudios, prácticamente tienen garantizado un empleo de calidad en el sector del vino”, afirma la directora del instituto, María Maorad. “Constantemente recibimos correos de empresas que nos piden técnicos; si hiciéramos un estudio de los más de 20 años de existencia de estos grados llegaríamos a la conclusión de que todos los ex alumnos están trabajando en lo que han estudiado”.

Precisamente, dar a conocer esta realidad es lo que hace unos días  buscó el equipo directivo del IES Joaquín Costa con el desarrollo de la jornada 'Formación profesional, vino y emprendimiento', celebrada en el hotel Vincci Zentro de Zaragoza.

El equipo directivo del centro, junto a los seis ex alumnos del IES Joaquín Costa.
El equipo directivo del centro, junto a los seis ex alumnos del IES Joaquín Costa.
M. López

Este curso, por ejemplo, se han cubierto la mitad de las aproximadamente 135 plazas que se ofertan. Eso quiere decir que hay cerca de 70 personas que podrían tener un empleo nada más acabar sus estudios que hoy en día no lo tienen. Para apoyar este objetivo se ha contado con la presencia del alcalde de Cariñena, Sergio Ortiz, y del presidente de la DO. Cariñena, Antonio Ubide, además del presidente de la Asociación de Enólogos de Aragón, Isidro Moneva.

Los tres han insistido en la misma idea: “Este sector tiene muchas salidas y debemos ser capaces de dar respuesta al reto que supone dar mayor visibilidad a la formación que se imparte en Cariñena”. Desde el instituto lo intentan todo: redes sociales, ciclos de formación, envío de cartas, trípticos, jornadas de puertas abiertas… “Hasta hemos contactado con un youtuber muy conocido en Sudamérica que ha difundido nuestra formación y estamos recibiendo muchos mensajes”, comenta la directora.

Felipe Gonzalo ha recuperado 22 parcelas en la comarca del Jiloca.
Felipe Gonzalo ha recuperado 22 parcelas en la comarca del Jiloca.
M. López

En esta jornada celebrada en Zaragoza, seis ex alumnos ejercieron de brillantes ejemplos de casos de éxito. Todos han pasado por el IES Joaquín Costa y este lunes han relatado su experiencia formativa. Fernando Mir está al frente de la bodega Vino del Desierto. Él hizo uno de los ciclos después de estudiar Empresariales. “Compaginé los estudios con el trabajo en la bodega; todos los días tenía tres horas de viaje desde Lanaja a Cariñena, pero mereció la pena”. Esa formación le ayudó a afianzar sus conocimientos “de una forma más técnica”.

Cristian Gurrea está desarrollando su marca personal de vinos, Gurrea Garage Wine, en Magallón, en el garaje de su casa, donde ejerce de “alquimista”. Trabaja en una bodega ejecutando órdenes y los estudios le han servido “para conocer el porqué de los procedimientos en la elaboración del vino”. Y eso es lo que hace también en su pueblo aprovechando cinco hectáreas de viñedo familiar. “El año que viene quiero salir al mercado con mis vinos naturales en los que hay muy poca intervención”.

Fernando Mir explica su proyecto mientras le escuchan sus cinco compañeros.
Fernando Mir explica su proyecto mientras le escuchan sus cinco compañeros.
M. López

Luis Geirnaerdt, de Bodem Bodegas, en Almonacid de la Sierra, considera que los grados que se imparten en Cariñena “son el escalón profesional que te ayuda a descubrir el ámbito local, pero también el resto del mundo”. A su compañero Joel Azuara, de Dominio Maestrazgo, todavía le falta el proyecto de fin de grado para terminar su formación, pero ya está trabajando en la bodega familiar de Alcorisa. “Me parece una alternativa muy interesante para la gente joven, que se puede sentir atraída por temas como el enoturismo, muy en alza”.

A Keyllin Guevara, de Mai Tai Exótico, le apuntó su padre a uno de los grados sin que ella lo supiera “y ha sido una de las mejores decisiones de mi vida”. Toda la formación recibida la está aplicando a su negocio, especialmente a la coctelería con vino. Entre otras cosas, los estudios le han ayudado a ser campeona de Aragón de Coctelería.

Finalmente, Felipe Gonzalo no trabaja directamente en el viñedo, sino en la recuperación de parcelas abandonadas en la comarca del Jiloca, una zona históricamente vinculada al mundo del vino. “Hemos recuperado 18 hectáreas para volver a ponerlas en producción”. Para él, estudiar en el IES Joaquín Costa supuso “encontrar respuestas a los porqués de la elaboración, así que animo a los jóvenes y no tan jóvenes a que den ese paso”.

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