Juan Carlos Sánchez: "El pasaporte digital de producto servirá para poder dar más vida útil a los aparatos"

¿Qué es el pasaporte digital de producto (PDD)?

El pasaporte digital de producto nace de la información y datos que en un momento dado se utilizan para los procesos de fabricación y mantenimiento de cualquier producto. Nace para almacenar, registrar y tener información a lo largo de la vida útil de ese producto.

Tener su trazabilidad.

Correcto. Tener esa información y así poder plantear cuál es la vida útil de un producto, saber si va a durar, si hay que reparar.

¿Quién va utilizar el PDD?

La información va a ser para el usuario final, el que puede comprar un coche eléctrico, por ejemplo, y quiere saber qué va a pasar con sus baterías. Permitirá saber la vida útil de un producto, de los materiales con los que está hecho, y ayudará a trabajar mejor el concepto de economía circular. El PDD servirá también a los agentes que participan en el diseño y fabricación de un producto.

¿Quién lo está utilizando ya?

A nivel europeo, el Green Deal, el Pacto Verde, es el que marca el recorrido, definiendo la normativa, su estandarización, con el objetivo de que en el campo de las baterías sea donde arranque.

¿En qué sectores se utilizará?

Además de las baterías, los electrodomésticos, el textil... Estos ya con una hoja de ruta. La fabricación de máquinas y componentes vendrá a continuación. El pasaporte digital de producto tendrá información que servirá para poder dar más vida útil a los aparatos.

¿Cómo está ayudando a impulsar proyectos como el relacionado con el PDD la colaboración de Tecnalia con la Universidad de Zaragoza?

El paraguas de la colaboración entre los dos es la cátedra Tecnalia. En ella se ha intentado desde el primer momento trabajar en temas con aplicación práctica, colaborando con grupos de investigación, en concreto con el que lideran Jesús Royo y Pili Lambán. Al final el papel lo aguanta todo, pero aquí estamos trabajando, sobre todo, en temas aplicados.

¿En qué temas?

Uno de los proyectos es Solarluz, de reciclado de placas solares, del que se habló también en la jornada del Paraninfo donde presentamos el pasaporte digital de producto. De esa colaboración con la Universidad, con proyectos de investigación público-privados, estamos trabajando con un montón de empresas. La alianza entre un centro tecnológico y la Universidad se extiende a las empresas.

¿Qué presencia tiene Tecnalia en Aragón?

Tecnalia en Aragón nace de alguna manera de la colaboración con centros de formación desde hace tiempo. En nuestra época anterior colaborábamos con la Politécnica de La Almunia en diferentes proyectos. Tecnalia lleva diez años en Aragón, trabajando en conceptos como la digitalización, dando ahora un paso más con el pasaporte.

Tecnalia es el mayor centro de investigación y desarrollo tecnológico de España, con origen en el País Vasco. ¿Cómo se traduce eso en el centro de Zaragoza del que usted es responsable?

Nosotros llevamos la gestión de nuestra actividad del día a día, pero lógicamente esta es una entidad que tiene 1.500 investigadores y es un referente nacional, un referente también en tecnologías aplicadas. En Zaragoza tenemos autonomía para seguir nuestras líneas de trabajo, estamos muy especializados. Aquí somos 26 personas, trabajamos en sensórica, dispositivos de internet de las cosas (IoT), comunicaciones, todo lo que es el registro del dato. Este es un grupo horizontal, igual trabajamos en proyectos del sector eólico, que es más industrial, o en el de la construcción. En definitiva, en todo lo que tiene que ver con el pasaporte digital. Somos transversales.

¿Cuánto de lo que se hace aquí trasciende en Tecnalia como grupo o como centro?

Trabajamos directamente con empresas, por ejemplo aquí codo con codo con Fersa, fabricante de rodamientos. En su día desarrollamos con ellos varios elementos o productos. A partir de ahí estamos colaborando sobre todo en la digitalización de la planta con una hoja de ruta que tenemos a cuatro años vista. Digamos que aquí se están generando ciertos pilotos, luego trasladamos a otras empresas de ámbito nacional temas de nuestra especialidad.

¿Están consiguiendo incorporar al personal que necesitan?

Parte del éxito está viniendo de la cantera. Con la cátedra que tenemos con la Universidad trabajamos codo con codo con estudiantes que luego siguen colaborando. Hacen el doctorado con nosotros y posteriormente se incorporan a Tecnalia. Aquí, con la Escuela de Ingeniería, hay cantera.

¿Cómo ha evolucionado la plantilla de Tecnalia en Zaragoza?

Nuestro grupo nace hace 30 años con mi compañero Fernando Guerrero, en la Politécnica de La Almunia, muy especializados en instrumentación, en sistemas de gestión de datos. A partir de ese grupo hemos ido evolucionando. Empezamos 14 y ahora estamos 28.