Colapso en Aragón en el pago de las ayudas a la Agricultura 4.0: "Hemos tenido que hacer la inversión y ahora tenemos un agujero"
A Daniel Lacasa, agricultor y ganadero de la comarca de la Jacetania, tiene aprobada desde hace casi un año una subvención para adquirir un tractor de última generación que ya ha adquirido. Todavía no ha cobrado.
Más de un centenar de agricultores esperan con impaciencia que la Consejería de Agricultura realice el pago de la ayuda para la digitalización del sector correspondiente a 2022 y que tienen aprobada desde el pasado año. Daniel Lacasa, un joven agricultor y ganadero de vacuno de carne de la pequeña localidad de Barós, en la comarca de la Jacetania, es uno de ellos.
Decidió acogerse a estas subvenciones para invertir en un tractor de última generación, dotado de las más moderna tecnología, con isobus (protocolo estándar que permite gestionar la comunicación entre tractores) y gps y cuya geolocalización es posible a través del teléfono móvil. Le notificaron que le había sido concedida la ayuda en mayo del pasado año, desembolsó el elevado coste que supone la compra de este tipo de máquinas y tras mucho papeleo y burocracia, el departamento que dirige Ángel Samper le aseguró que recibiría la ayuda a finales de 2023.
Comenzó 2024 y la ayuda no había llegado. "Nos volvieron a decir que cobraríamos en marzo, pero tampoco. Luego que sería en abril… Y ya estamos a mediados de mayo y seguimos sin ver ni un euro", señala Lacasa.
"Este colapso nos provoca un agujero, porque la inversión la tenemos que adelantar. Hemos tenido que buscar financiación por otro sitio y, tal y como están los intereses, la verdad es que es muy complicado", explica Lacasa, que matiza que esta situación se produce además en un momento muy complicado en el sector, precisamente cuando necesita liquidez porque las cosechan están siendo cortas "y los precios no acompañan".
Este agricultor de 30 años, que además es uno de los jugadores de hockey del Club Hielo Jaca, flamante campeón de Liga y de la Copa del Rey – advierte que el retraso en estas ayudas está perjudicando a muchos agricultores, pero, sobre todo, a los jóvenes que son los que más se vuelcan en la apuesta tecnológica del sector y confiaron en estos incentivos para lanzarse a la inversión. "El problema es mayor porque estamos empezando y no somos precisamente los que vamos más sobrados de dinero", añade Lacasa, que asegura que la única explicación que los afectados han recibido de la Administración es que como se trata de ayudas excepcionales hay que presentar mucha documentación y justificaciones ante Bruselas.
