La sequía golpea de nuevo al cereal aragonés con pérdidas de hasta el 90% de la cosecha

Los cultivos de margen derecha del Ebro y de la provincia de Teruel tiene daños en la práctica totalidad de sus cultivos. Si en cinco días no llueve se sumarán a estas zonas otras comarcas en las que peligra hasta el 50% de la producción. 

Cereal de invierno afectado por la sequía en Villafranca de Campo (Teruel).
Cereal de invierno afectado por la sequía en Villafranca de Campo (Teruel).
UAGA

El desánimo vuelve a cundir entre los cerealistas aragoneses. Tras la desastrosa campaña del pasado año, la peor de la última década por la ausencia de lluvias, la sequía vuelve a golpear sin piedad los cultivos con mayor presencia en la Comunidad (trigos, cebada, avena, triticale, centeno), que se extienden por más de 700.000 hectáreas repartidas por las tres provincias aragonesas.

No hay datos concretos sobre la producción estimada este año, pero con las cosechadoras a punto de entrar en los campos, UAGA ya avanza que no será una buena campaña, porque la falta de agua está ahogando los secanos y las pérdidas se sitúan ya entre el 20% y el 90% según las zonas productoras.

La margen derecha del Ebro y la provincia de Teruel viven la situación más "alarmante", han señalado este jueves desde UAGA. "Por segundo año consecutivo, muchos agricultores no van a poder cosechar por culpa de la sequía", ha añadido la organización. Así sucederá en los cultivos de la ribera del Huerva, Ribera Baja del Ebro, Campo de Belchite, Caspe, Andorra, Bajo Aragón, Bajo Martín, Cuencas Mineras, Matarraña, Gudar-Javalambre y Maestrazgo donde la sequía "ha echado a perder" la práctica totalidad de la cosecha.

Son las tierras de estas zonas las que menos agua han recibido y, lo que es peor, cuando las precipitaciones han llegado "ya era demasiado tarde". Porque los problemas de este cultivo comenzaron a evidenciarse casi desde el momento de las siembras. Sin lluvias, el cereal de invierno no se ha desarrollado con normalidad y el cultivo, que en estos momentos tendría que estar verde y comenzando a espigar, "se ha quedado raquítico" y se está secando. "Será otra campaña en blanco para estos cerealistas, que tras la catastrófica cosecha del pasado año y después de haber afrontado la siembra con las cuentas en rojo, volverán a quedarse sin ingresos", alerta UAGA.

No todo está perdido, pero las expectativas no invitan al optimismo. Pendientes de las previsiones meteorológicas viven los cerealistas de las comarcas de Calatayud, Aranda, Borja-Tarazona, Daroca, Huerva-Zaragoza, Jiloca y Teruel. Según los cálculos de UAGA, los daños varían entre un 20% y un 50%. Eso de momento, ha advertido la organización agraria, porque estos porcentajes irán al alza o la baja dependiendo de los generoso que quiera ser el tiempo.

"Si en los próximos cinco días llegasen las ansiadas precipitaciones y las temperaturas se mantuvieran un poco frescas, todavía se podría salvar una parte de la producción", ha explicado sus representantes, que advierten, eso sí, que si la lluvia no llega, en una semana las pérdidas se elevarán un 20% más.

Muy diferente es la situación de los cultivos de la margen izquierda del Ebro y de la provincia de Huesca. Ahí las precipitaciones han sido abundantes, tanto en invierno como en primavera y buena prueba de ello es que la situación del cereal "es buena". Pero además, ha señalado UAGA, "el estado de los embalses es inmejorable", lo que permite aventurar que la campaña de riego, tan complicada el pasado año, está asegurada.

Los efectos de la sequía en el cereal son evidentes en este cultivo de cereal de invierno situado en la comarca Campo de Belchite.
Los efectos de la sequía en el cereal son evidentes en este cultivo de cereal de invierno situado en la comarca Campo de Belchite.
UAGA

No solo hay desánimo entre los agricultores. La preocupación cunde también entre los ganaderos. El pasto para el vacuno y ovino "está complicado" e inquieta también la disponibilidad de paja, después de un año como el pasado en el que conseguir esta materia prima fue una odisea por su escasez y sus disparados precios.

Ayudas directas y excepcionalidad

Tan elevadas cifras de pérdidas, -en algunos casos ya van tres campañas- están impidiendo la rentabilidad de las explotaciones. Por eso, Por eso, los representantes de esta organización agraria urgen a la Consejería de Agricultura que active "de una vez por todas" las ayudas directas comprometidas en el Pacto de Gobierno PP-Vox. "Es urgente e imprescindible que llegue liquidez a esas explotaciones de cereal", advierte UAGA.

La organización agraria solicitará además a la Administración autonómica que, como ya se hizo el año pasado, apruebe la excepcionalidad para las parcelas de cereal que no se van a cosechar. Esta medida permitirá que los agricultores afectados puedan cumplir con la normativa de condicionalidad y de ecorregímenes de la Política Agraria Común (PAC) y no perder así ayudas. Pero además propiciará que los ganaderos de ovino puedan aprovechar las parcelas en las que no se recolecte el grano para alimentar su ganado.

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