Hacienda ha recaudado 11.000 millones más por no actualizar el IRPF a la inflación
El Banco de España advierte de que la clase media es la más impacta por la subida del impuesto de la renta y calcula que el conjunto de medidas anticrisis tendrá un coste público de hasta 57.000 millones, el 4% del PIB
La subida de la inflación ha llevado aparejada -aunque no en todos los casos- una subida de los salarios que a su vez ha conllevado que suba la recaudación por IRPF del Estado. En concreto, la ratio de ingresos públicos sobre PIB ha crecido en 2,5 puntos desde 2019 (hasta el 42,8%), de los que 1,5 puntos se deben al aumento de la recaudación por IRPF, señala el informe anual publicado por el Banco de España este martes. El organismo apunta a que la clase media es la que más se ha visto impactada por esta consecuencia al no haber actualizado las tablas de la renta al aumento de los precios.
De esta forma, dos terceras partes del total de las retenciones del IRPF corresponden a los ciudadanos con unos ingresos anuales de entre 12.000 y 60.000 euros, según datos de la Agencia Tributaria. El informe indica que la subida en la recaudación en IRPF se debe a la denominada "progresividad en frío" y el efecto prácticamente neutral de las medidas de ingresos.
Los datos del Banco de España indican que la recaudación por IRPF ha pasado de 86.000 a 124.000 millones entre 2019 y 2023, es decir, ha crecido en 38.000 millones. Sin embargo, de haberse indexado el IRPF en estos años de acuerdo al IPC la recaudación habría sido 11.000 millones de euros inferior.
Pese a todo ello, el Banco de España reconoce la "sorpresa" en el crecimiento de la economía española en 2023. El organismo calculaba en el mes de marzo que el crecimiento del PIB sería del 1,6% en 2023, pero finalmente la economía creció un 2,5%. Los factores que explican esta sorpresa son sobre todo dos: el turismo y el consumo público. En primer lugar, Ángel Gavilán, director de Economía y Estadística del organismo, explicó que las exportaciones de servicios, particularmente las exportaciones turísticas, experimentaron un dinamismo muy superior al previsto. En concreto, este tirón turístico explica 1,1 puntos porcentuales de aumento del PIB a final de año. En segundo lugar, el consumo público más intenso explica 0,7 puntos. Las importaciones también aportaron 0,4 puntos más de lo estimado y el efecto arrastre positivo de los datos de 2022 explica 0,4 puntos más.
La llegada de turistas extranjeros superó en un 2% los niveles previos a la pandemia en 2023, hasta registrar un récord histórico por encima de los 85 millones de visitantes. Además, el Banco de España observa que la aportación del turismo al PIB se benefició de la llegada de visitantes "con mayor capacidad adquisitiva", con un aumento del gasto medio real por persona un 2,2% más alto. Ello se debe a las llegadas de turistas que han dejado de visitar zonas de Oriente Próximo por los conflictos geopolíticos y, sobre todo, a la mayor diversificación en los destinos y en las temporadas turísticas.
Así, aunque la inestabilidad política lastra la actividad, por ahora no está teniendo un efecto directo en la economía española. Pero el Banco de España destaca que a largo plazo el aumento de la incertidumbre tiene "efectos negativos" en la actividad y en los patrones de consumo de los ciudadanos. Además, recuerda que el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó de que la fractura política continuada "pone en riesgo la consolidación fiscal" y la estabilidad económica, aunque el organismo se abstuvo de hacer comentarios sobre la decisión del presidente Pedro Sánchez de quedarse la frente del Gobierno tras cinco días de reflexión.
57.000 millones en medidas
A nivel presupuestario, el organismo hizo un cálculo pormenorizado del coste de las medidas anticrisis adoptadas por el Gobierno para hacer frente a las subidas de precios. Así, detalla que dichas medidas han tenido un coste presupuestario de entre 48.300 y 57.100 millones de euros de 2021 a 2025, entre un 3,5% y un 4,1% del PIB. Las arcas públicas ingresaron hasta 29.000 millones de euros menos por la rebaja de impuestos (reducción del IVA de la electricidad y el gas, IVA de ciertos alimentos y determinadas deducciones en el IRPF). Y el gasto público ascendió a los 27.500 millones, sobre todo por los 7.500 millones destinados a la subvención de los carburantes (20 céntimos por litro) y los 5.000 millones por la subvención al transporte público.
Además, estas cuentas aumentarán a finales de este año, ya que hay aún tres medidas que no decaerán hasta el 31 de diciembre: la excepción ibérica, el tope al precio del butano y el tope a la subida de los alquileres.
