Economía
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Más de dos tercios de los autónomos con tarifa plana la mantendrán con el nuevo sistema

Escrivá quiere limitar esta bonificación a los que ganan menos que el salario mínimo y elevar su cuota a 70 euros al mes.

José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Eduardo Parra/Europa Press

El Gobierno da marcha atrás en su idea inicial de eliminar la tarifa plana y mantendrá esta bonificación de la que disfrutan los autónomos que se dan de alta por vez primera. Así al menos se lo ha trasladado el Ministerio de Seguridad Social a los interlocutores sociales en la primera propuesta que ha presentado para reformar el sistema de cotización de este colectivo y transformarlo en un modelo de recaudación en función de sus ingresos reales, tal y como habían acordado el pasado mes de julio en la primera parte de la reforma de las pensiones.

Sin embargo, sí se endurecen los requisitos para acceder a esta reducción en la cotización -aunque la mantendrán más de dos tercios de los actuales beneficiarios- y aumenta a su vez la cuantía que hay que pagar.

El ministro José Luis Escrivá pretende limitar la tarifa plana a los autónomos que tengan unos rendimientos netos por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, por debajo de los 13.510 euros anuales o los 1.125 euros al mes, según la primera propuesta que, no obstante, puede verse modificada en el transcurso de la negociación.

Además, si actualmente la tarifa plana supone pagar una cuota de 60 euros al mes para sus beneficiarios (después de aplicar un recorte del 80% de la cotización que debería abonarse), cuando entre en vigor el nuevo sistema de recaudación se elevará a 70 euros.

La duración de este incentivo sí se mantiene en dos años, aunque por el momento no se sabe si variará el importe como sucede ahora durante el segundo año. En la actualidad la bonificación se reduce a un 50% durante el primer semestre del segundo año y al 30% en los seis meses restantes.

Eso a nivel estatal, porque luego hay varias comunidades autónomas que han decidido mantener esa cuota de 60 euros también durante el segundo año e incluso seis autonomías han ampliado este periodo y reducen la cuota mínima a 30 euros para algunos colectivos especialmente vulnerables.

En la actualidad casi 500.000 autónomos se benefician de la tarifa plana; concretamente 473.851, de los que una tercera parte, más de 170.000, son jóvenes menores de 30 años, según los últimos datos disponibles aportados por UPTA en base a las cifras suministradas por el Ministerio de Seguridad Social a fecha 31 de octubre de 2021.

La cuestión es: ¿cuántos de este medio millón de autónomos mantendrán la tarifa plana con el nuevo requisito que impone el Ejecutivo? Será la inmensa mayoría, más de dos terceras partes de los que ahora la tienen, que son los que cuentan con unos rendimientos netos por debajo de los 12.600 euros anuales, inferiores por tanto al SMI, según los tramos que aporta la Agencia Tributaria de este colectivo.

Concretamente, de ese medio millón de autónomos con bonificaciones en las cuotas, casi un 40%, 200.000, no tienen ingresos o ganan menos de 3.150 euros anuales, según datos del Ministerio de Seguridad Social correspondientes al año 2019. Otros 175.000, en torno a un 35% de todos los beneficiarios, cuentan con unos rendimientos netos de entre 3.150 y 12.600 euros anuales. Todos ellos, por tanto, podrán mantener la tarifa plana.

Sin embargo, casi 65.000 autónomos que ingresan entre 12.600 y 20.000 euros anuales se benefician ahora de este incentivo, pero lo perderán el año que viene quienes obtengan más de 14.000 euros anuales (el salario mínimo previsiblemente se situará por encima de los 1.000 euros en 2023, según el compromiso adquirido por el Gobierno).

Lo que sí es seguro es que más de 60.000 autónomos que gozan de este incentivo, un 12% de los actuales beneficiarios, lo perderán por ganar más de 20.000 euros anuales, de los cuales casi 11.000 tienen unos ingresos superiores a 48.841 euros.

Más de 600 millones de gasto

"Esto es una auténtica aberración", sostiene Eduardo Abad, presidente de UPTA, quien está de acuerdo con suprimir la tarifa plana para los que estén por encima del SMI, porque "tienen capacidad para aportar más". Una posición que choca frontalmente con la de Lorenzo Amor, presidente de ATA, quien defiende que esta bonificación "tiene que ser abierta a todos los emprendedores", al menos durante el primer año.

"Esto es una política activa que tiene menos coste que estar en el paro", asegura. La tarifa plana supuso un coste para la Seguridad Social de más de 600 millones de euros en 2018, cuando benefició a unos 600.000 autónomos, según un informe publicado por la AIReF. El gasto se eleva hasta los 3.500 millones de euros durante el periodo 2013 y 2018.

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