agrigultura
El sector del aceite de oliva pide que se le permita almacenar en privado debido a los bajos precios
Han elevado la petición a la Comisión Europea para que articule el almacenamiento privado. En Aragón, a los malos precios se une una campaña que aunque no fue considerada como mala se redujo respecto a la del año anterior.
Los precios del aceite de oliva en origen continúan lastrados. A finales del mes de junio, el litro del aceite de oliva virgen extra se encontraba a 2,24 euros, un precio que ascendía, de media, en el supermercado hasta los 4,27 euros, según el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos publicado por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos. Y esta imagen se lleva produciendo durante todo el año, un año en el que el precio ha caído casi un 20%, si se compara con las cifras del año pasado y más de un 40% por debajo de los precios que se registraban en las mismas fechas en la media de las cuatro campañas anteriores, según el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). El problema, según denuncian las organizaciones agrarias, es que este precio se encuentra por debajo de los costes de producción, que se sitúan en 2,70 euros el litro.
“La caída de precios afecta en mayor medida al aceite virgen extra vendido a granel, en cambio el envasado, aunque también ha sufrido, no le afecta tanto esta variación de precios”, explica Juan Masera, director técnico de la Denominación de Origen Aceite del Bajo Aragón, que aboga por “unos precios regulares y justos con los que el agricultor pueda vivir y el consumidor pueda comprar el aceite de oliva virgen extra”.
A esta caída de precios, se une en Aragón una producción no tan alegre como en el conjunto del país, pues según los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), organismo autónomo adscrito al MAPA, la producción de aceite en la campaña 2018/2019 aumentó casi un 40% en el conjunto de España hasta las 1.786.188 toneladas, mientras que en la Comunidad aragonesa se redujo un 35% hasta las 11.202 toneladas.
Es este aumento de la producción el que se ha analizado desde el MAPA como posible responsable de esta caída de precios. Y es por esto que en una de las reuniones mantenidas con el sector, Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación, expuso que el cultivo del olivar de almazara en España se ha incrementado en más de 100.000 hectáreas en los últimos cinco años, que ha empezado a producir ahora. En Aragón, concretamente, este aumento ha sido de casi mil hectáreas, hasta las 59.918, desde 2013. Pero estos datos no sirven de explicación para el sector agrario, dado que la producción mundial se ha reducido en más de un 5%, en Italia el virgen extra se está vendiendo a 3,21 euros el litro y además, según el Informe de consumo alimentario en España, el consumo de aceite de oliva en los hogares creció en 2018 un 3,9%.
Por todo ello, las organizaciones agrarias reivindican medidas al ministerio que revitalicen los precios. De esta forma, Luis Planas, ministro en funciones del MAPA, ha anunciado que volverá a exponer la situación del mercado del aceite de oliva en el próximo Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea del próximo 15 de julio en Bruselas, con el objetivo de agilizar la respuesta a las cooperativas agroalimentarias que pidieron a la Comisión Europea que se permita el almacenamiento temporal de aceite en sus instalaciones y de forma voluntaria, con el objetivo de retirar aceite del mercado y que los precios aumenten.
¿Qué supondría para Aragón?
“Cualquier medida que sirva para regular el precio del aceite de oliva, estaremos de acuerdo”, aseguró Masera, que indicó que en Aragón no existen problemas a priori de almacenamiento, ya que aunque no tiene el espacio con el que cuentan en Andalucía, “tiene el suficiente para acoger una producción normal”.
“Tan solo en algunos momentos puntuales, de campañas de récord de producción, se ha tenido que vender antes de tiempo por problemas de espacio, pero ha sido un escenario puntual”, explica el mismo, que vuelve a hacer hincapié en tomar medidas para que los precios se mantengan “justos y estables”.
