Los jubilados no se rinden. El buen tiempo de la mañana de este lunes ha favorecido la asistencia a la tradicional protesta en la plaza del Pilar de Zaragoza, que ha reunido a tres centenares de pensionistas para mostrar su satisfacción por el fracaso de la comisión del Pacto de Toledo, que no encontró la semana pasada consenso político alguno en torno a estas prestaciones. “Por fin ha muerto. Y esto es lo que queríamos, puesto que su único objetivo era reunir a una serie de personas para que cobren una serie de dietas sin alcanzar soluciones”, ha explicado Antonio Matinero, portavoz de la Coordinadora por la Defensa del Sistema Público de Pensiones en Zaragoza.

El nuevo Pacto de Toledo que se conformará tras las elecciones del 28 de abril no lo tendrá tampoco fácil. La más que probable entrada de Vox en el Congreso -que permitiría su participación en esta comisión- o la implantación de un nuevo factor de sostenibilidad, una de las exigencias tanto de la izquierda como de los sindicatos, serán algunos de los obstáculos con los que deberá lidiar. Matinero ha insistido en que “lo que pedimos es que se vincule legalmente la subida de las pensiones con el IPC, que sea algo que no dependa de quién esté en el Gobierno, que esté protegido por la Constitución”.

"Hemos evitado una revolución"

Desde la coordinadora, han mostrado asimismo su descontento con la subida de la edad de jubilación, que podría alcanzar los 70 años; también con la propuesta de que para la base de cotización cuente toda la vida laboral, no los últimos 25 años, como se plantea de cara a 2022. "Los sueldos iniciales son menores, puesto que esto es, a fin de cuentas, una reducción de la prestación", ha sostenido el pensionista. De cara a las elecciones generales del próximo 28 de abril, Matinero ha desvelado que no espera ningún tipo de cambio, aunque sí los desea. “A la hora de votar, debemos ser capaces de aparcar las ideologías, de pensar en nuestros hijos, nuestros nietos, en las pensiones que les vamos a dejar”.

Matinero ha rechazado asimismo la ruta "hacia la privatización" que, en su opinión, recorren las pensiones. Y ha querido poner en valor que los jubilados han sido los que “han evitado una revolución” en unos años en los que “muchas familias vivían de nosotros. Ahora debe ser el Estado el que, si el PIB sube, nos haga partícipes del reparto de estos ingresos”.