El convenio de Android sigue en punto muerto. Es la primera auxiliar a la que le toca negociarlo después del esfuerzo maratoniano que supuso a final de enero pactar las condiciones laborales de los trabajadores de la propia planta de Opel para los próximos cinco años.

Este proveedor que dentro de la fábrica de Figueruelas realiza el montaje de las puertas y salpicaderos para los distintos modelos de Opel, decidió romper unilateralmente el 19 de marzo las negociaciones al no registrar avances y comunicó al comité, el día 26, su intención de iniciar el proceso de inaplicación del convenio.

Un proceso para dicha inaplicación que requiere también de un diálogo que todavía no se ha iniciado al considerar el comité que legalmente la empresa no cumple los requisitos formales y que habrá que ver en qué desemboca mañana martes cuando las partes se reúnan de nuevo.

Negociar no va a ser fácil cuando la representación de los trabajadores ha dicho ya que no aceptará ninguna rebaja salarial. "Le hemos dicho a la dirección en innumerables ocasiones que no vamos a negociar bajadas salariales", asegura el comité en una hoja informativa a la plantilla, de más de 300 trabajadores, que hizo pública el pasado día 27 de marzo.

"Si la empresa no quiere reconocer la reunión del día 3 de abril como una reunión más de convenio y se empeña en que sea el primer día para negociar el proceso de inaplicación de nuestro convenio, ha de saber que el conflicto está asegurado", ha advertido el comité. "Defenderemos con contundencia nuestro convenio, en la mesa de negociación como hasta ahora, en los juzgados pero también con movilizaciones".

En este sentido, la representación de los trabajadores de Android ha querido dejar claro que "evitar el conflicto está solo en manos de la dirección de Android" y le han pedido que acuda este martes a la mesa "con ganas de negociar y que retire la propuesta de bajada salarial ya que nuestros salarios se encuentran en la media del sector, a la altura de las empresas que nos rodean y poco más de 2.000 euros brutos por encima del convenio del Metal de Zaragoza".

En este sentido, el comité de Android recuerda que su voluntad siempre ha sido la de negociar pero reconoce que, hasta ahora, "la dirección solo ha querido que le demos lo que tenemos y ellos ni siquiera nos garantizan el trabajo más allá del 2019. Eso no es negociar, eso es imponer".

La última propuesta de Android pasa por incrementar la jornada anual de 1.720,5 horas anuales a 1.744, es decir, tres días más de trabajo; reducir en cinco minutos las pausas diarias y rebajar los salarios de los fijos actuales y modificar el del actual personal de nueva incorporación. Así, si el convenio actual marca 18.145, 66 euros para los fijos y 16.331,09 para los de nueva incorporación, la propuesta de la empresa pasa por establecerlo en 17.340 euros y 17.000 respectivamente y fijar una nueva escala de entrada en 16.577,27 euros.

Además, la última propuesta de la empresa propone pactar 22 días de bolsa de horas, lo que a juicio del comité "podría ocasionar tener que devolver 20 sábados más".

Con estos planteamientos tan distantes, es posible que si este martes no se produce algún acercamiento, el comité de empresa, respaldado por los trabajadores de Android, anuncien movilizaciones.