Economía
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La inflación cuadruplica la subida de las pensiones

Las prestaciones han experimentado un incremento mínimo del 0,25% en los últimos cinco años, lo que eleva 2,3 euros la pensión media.

Muchos son los hogares de pensionistas españoles donde llegar a fin de mes no es tarea fácil porque si pagan la luz no comen, tal y como ha manifestado alguno de ellos. Eso sin tener en cuenta que los mayores de este país son los que han sustentado a los hijos y nietos durante la crisis económica. Según los cálculos de Comisiones Obreras Aragón, estos han perdido en España entre un 7%-8% de su poder adquisitivo en los últimos cinco años. Tras la reforma de las pensiones que el Gobierno sacó adelante en 2013, estas prestaciones han experimentado un incremento mínimo del 0,25%, y ya van cinco años consecutivos. Este aumento apenas eleva 2,3 euros la pensión media tras la aplicación del índice de revalorización, al que el próximo 1 de enero 2019 se sumará otro mecanismo de ajuste: el factor de sostenibilidad. Ante esta realidad, cabe preguntarse cuánto poder adquisitivo ha perdido este colectivo.

Ayer se conoció que los precios subieron en febrero un 1,1% por el incremento del coste de la electricidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El alza, similar a la de diciembre de 2017, es 4,4 veces superior a lo que han subido las pensiones este año, un 0,25%. En Aragón, los precios han crecido un 0,2% respecto a enero, lo que sitúa a la Comunidad una décima por encima de la media nacional, según señaló ayer UGT Aragón. Mientras, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) sitúa su tasa anual en el 1,2%, con lo que se incrementa cinco décimas respecto a enero.

En cuanto a la electricidad, la tasa mensual fue del 1,8%. No obstante, hay que destacar que tanto el gasóleo como la calefacción bajaron en febrero frente a la subida experimentada el año pasado. En cambio el butano y propano se encarecieron un 13,8%. Unos incrementos que repercuten directamente en el bolsillo de los pensionistas, junto con el precio de los alimentos. Estos, junto con las bebidas no alcohólicas, crecieron un 0,9% (cuatro décimas menos que en enero) debido a que las legumbres y hortalizas se abarataron, mientras que en 2017 se encarecieron.

Por rúbricas, las que más elevaron sus precios en tasa mensual fueron las frutas frescas (5,5%). Por el contrario, los mayores descensos mensuales se registraron en el pescado fresco y congelado (-5,9) y la carne de ovino (-5,1%). Mientras, en tasa interanual, las rúbricas que experimentan los mayores descensos de precios son las legumbres y hortalizas frescas (-10,6), patatas y sus preparados (-7,6%) y el azúcar (-2,2%). En el lado opuesto, los mayores ascensos de precios en el último año los experimentan los aceites y grasas, los huevos, el agua mineral, los refrescos y zumos.

Una vez eliminados los elementos más volátiles de la cesta de la compra (energía y alimentos frescos), la inflación subyacente aumentó tres décimas y se alineó con el índice general en el 1,1%, lo que no ocurría desde octubre de 2014. Un índice general que no se alinea con la subida mínima del 0,25% de los pensionistas año tras año.

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