Llegan las navidades y el español medio tiende a descontrolar el gasto. Existen trucos para ajustar las compras de la época al presupuesto disponible: hacer una lista con las necesidades de compra, reducir gastos fijos en el hogar, dejar la tarjeta en el cajón y, si no hay más remedio, recurrir a anticipos o préstamos, incluso a la familia. Después, toca hacer frente a la "cuesta" de enero, que se extiende ya a todo el año para los bolsillos de más del 60% de las familias y, para colmo, el remate: las rebajas.

Durante esta época, una alternativa que la gente emplea son los préstamos rápidos, ya que se trata de una opción sencilla. Para poder llevarla a cabo con total seguridad, es importante estudiar bien el mercado. Una vez se consigue una visión general de las ofertas que existen, es posible, mediante una transacción realizada completamente desde el ordenador sin necesidad de salir de casa, conseguir hasta 1.500 euros de vez.

La principal diferencia entre los créditos y los préstamos rápidos reside en que mientras el primero puede irse solicitando diferentes cantidades conforme pasa el tiempo acumulando la cantidad total de dinero pedido, en el préstamo, el dinero se entrega de una vez para una necesidad concreta. Por tanto, se trata de una operación que tiene una duración determinada de antemano en el tiempo y, además, los intereses son sobre el total del dinero prestado, mientras que en los créditos puede haberse recibido diferentes cantidades con distinta financiación.

Los importes de los préstamos rápidos no suelen muy elevados, lo que ayuda a evitar el endeudamiento y el plazo temporal de devolución no suele alargarse demasiado en el tiempo. Aunque puede ajustarse a la demanda del usuario. Además de las plataformas que permiten realizar todo el trámite a través de internet, hoy en día también hay muchas entidades que, con el ánimo de diferenciarse, ofertan préstamos rápidos.

Este tipo de financiación puede ayudar en Navidad a hacer frente a los gastos imprevistos o, durante la época de rebajas, supone una inyección de dinero extra. Los prestamos rápidos también son muchas veces el empujón definitivo que los emprendedores necesitan para poner en marcha un nuevo proyecto.