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PRIMERA DIVISIÓN

Un acto de fe en San Mamés

El Barcelona empató ante un Athletic que insistió en el gol pese a no crear ocasiones.

El Barça acabó por pagar su cambio de estilo con un empate en San Mamés ante el Athletic (1-1) que le pone en una situación muy comprometida en la pugna por el título de Liga. Los azulgrana decidieron contenerse tras el tanto inicial de Bojan en lugar de buscar la sentencia. Una actitud contemplativa que los vascos aprovecharían en uno de sus escasos remates ante la meta de Valdés.


Las limitaciones de ambos equipos dieron lugar a un partido trabado y repleto de errores. El Athletic reiteró su incapacidad para dar tres pases seguidos con criterio. Parece mentira que los Orbaiz, David López o Yeste se muestren tan erráticos. Así que sabiendo sus puntos flacos, los vizcaínos tiran de historia apostando por el juego aéreo y por la pugna física. Contra el Barça repitieron modelo. Los azulgrana se toparon con la agresividad local y también con sus carencias.


El Athletic pasaba de presionar a los centrales visitantes sabedores de que Puyol y Thuram flojean de forma evidente en la construcción del juego. Ese equilibrio de fuerzas se rompió en dos minutos. Tras un par de remates lejanos de Orbaiz y de Messi, Aduriz malograba una clara ocasión ante Valdés después de un inoportuno resbalón de Puyol. Acto seguido, la clarividencia de Iniesta ponía a Messi ante Aranzubia. Un balón dividido que ambos atacaron con decisión aunque el argentino pudo haber cometido juego peligroso. El despeje del portero vasco lo recogía Deco para servirle con suma inteligencia el balón a un Bojan que, con la misma dosis de criterio, desnivelaba el marcador. El Barça exhibía su nuevo estilo. Poco riesgo, control defensivo y dificultades en ataque. Esta vez ni Messi lograba darle criterio ofensivo. Esa nulidad tuvo un halo de luz en el arranque de la segunda mitad. Henry y Deco tuvieron la sentencia en sus botas ante la desesperación de San Mamés.


Dejadez azulgrana


La catedral contemplaba como su Athletic cogía el mando ante la pasividad del Barça. Un papel que rehusó al instante. No están los leones para las labores de creación. Una pérdida de Xavi aprovechada por Javi Martínez para el consiguiente lucimiento de Valdés era un pobre bagaje para seguir en las dotes de mando.


El Barça volvía a recoger el testigo con la entrada de Edmilson. El brasileño le devolvía un balón con el que seguía especulando. Una ocasión de Puyol y una agresión sin castigo de Henry a Aitor Ocio precedieron al tanto del empate. Una internada de Garmendia la introduciría Thuram en la meta de Valdés al intentar evitar el remate de Llorente.


Ese tanto desnudaba el exceso de celo azulgrana. Otra vez un mal partido. Otra vez una actitud especulativa. Otra vez una alarmante falta de contundencia. Y encima el Athletic iba a aprovechar el empuje del empate para intentar darle la vuelta al marcador aunque ya nadie conseguiría desnivelar la igualada en un mal partido de fútbol.