El piloto argentino Marcos Patronelli (Yamaha), ganador de la pasada edición del Rally Dakar en quads, se ha visto obligado a retirarse tras sufrir un grave accidente en la tercera etapa del raid y se mostró muy disgustado por la mala suerte que le persigue hace unas semanas.

"No quiero seguir jodiendo más, basta. Esto ya fue demasiado. Me podría haber matado. Me están pasando todas desde hace un mes, no entiendo por qué. Corro hace 15 años y nunca me rasguñé ni siquiera", afirmó en declaraciones al diario argentino 'Olé'.

El menor de los hermanos Patronelli, que se fracturó los tobillos y una clavícula en un accidente a finales de noviembre, se empleó a fondo para estar en la salida en Buenos Aires, pero no podrá volver a la capital argentina.

En la tercera jornada sufrió un grave accidente en el kilómetro 21, al resbalar por un barranco. "Fue increíble, caí como 50 metros de espaldas y me salvó esa planta. Me podría haber dado contra una piedra y no la contaba. Es probable que me haya fracturado la rótula", añadió.

El sudamericano reconoció que había sido un error participar en esta edición del Dakar. "Me sentía con ganas de correr y me saqué el gusto, estoy contento con eso. Después del primer día algunos me decían: 'Dale, largá, a quién le querés ganar si estás a seis horas'. Y es verdad. Ya está, esto no va más. Será hasta el Dakar que viene. Esta vez me salió todo para atrás. Corrí todo fracturado (los dos peronés y la clavícula derecha). Más locuras no puedo hacer", sentenció.

Patronelli lamentó "la mala suerte" de los últimos meses. "Ahora no quiero correr más, porque si sigo no sé qué me va a terminar pasando. Dios me está dando un aviso para que pare. Ya aguanté más que Rambo, más no se puede", apuntó.

A partir de ahora, se quedará como mero espectador para apoyar a su hermano mayor, Alejandro, que marcha segundo en la clasificación general de la categoría.