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Duelo igualado en la portería de la SD Huesca
Dani Jiménez y Juan Pérez deberán convencer a Antonio Hidalgo después de tener poca presencia la pasada temporada.
El regreso de Dani Jiménez a la portería de la SD Huesca cerrará un círculo una década después de que el lebrijano contribuyese de manera decisiva al ascenso a Segunda División en 2015, el último salto entre la categoría de bronce y la de plata. En las nueve temporadas transcurridas, los azulgranas han contado con 13 guardametas diferentes. Algunos de ellos, con una continuidad y un rendimiento notables y otros, testimoniales. Los menos, decepcionantes. Ahora conformará una dupla con el almudevano Juan Pérez y se abre una sana competencia por concretarse quién de ellos partirá como titular en el inicio liguero del 18 de agosto en Elche.
Por delante, una pretemporada en la que ambos partirán en igualdad de condiciones. Al menos, sobre el papel. La experiencia de Dani Jiménez (34 años) puede suponer una ventaja sobre el aragonés, de 27, al que asiste la condición de portero de casa. La suma de sus apariciones tanto en el Leganés como antes en el Alcorcón sí le confieren la condición de portero curtido en mil batallas. Tras subir con el Huesca a Segunda terminó marchándose al Alcorcón; allí acumuló 150 partidos en cinco campañas y media. En la sexta se marchó ya cedido al Leganés, y su hoja de servicios con este último ha sido de 29 compromisos.
Mientras, Juan Pérez, formado en Osasuna, ha visto en temporada y media su presencia en la SD Huesca limitada a cuatro ocasiones, tres de ellas en la Copa además del estreno en el campeonato regular en la última jornada ante el Levante en El Alcoraz (0-0). Así, ambos presentan el mismo balance en el curso 23-24 y un planteamiento que puede alejarse de los precedentes, en los que casi siempre se partió con un portero como claro titular y otro que debía asumir el rol de suplente. La excepción se dio en la temporada 20-21 en Primera con los dos Fernández, Álvaro y Andrés, o en el anterior paso por La Liga y la utilización de tres metas: Axel Werner, Aleksandar Jovanovic y Roberto Santamaría.
En aquel ya lejano curso 2014-15, Dani Jiménez había compartido demarcación con el aragonés Jorge Zaparaín, que colgó sus guantes después de una última experiencia en el club azulgrana. Así, la portería quedó vacante para afrontar aquel reto en Segunda División y se confió en dos figuras, como Zaparaín, con pasado en el Real Zaragoza: el curtido Leo Franco, que después entrenaría de manera fugaz al primer equipo en la 18-19, y Óscar Whalley, este cedido. Ninguno de ellos gozó de fortuna y el club hizo tábula rasa.
Para la 16-17 llegaron Sergio Herrera y Queco Piña. El primero, con un desempeño notable, fue traspasado el verano siguiente a Osasuna a cambio de 300.000 euros. No dio opciones a Piña, que inmediatamente después se retiró. La SD Huesca dio el salto a Primera con Álex Remiro, cedido por el Athletic de Bilbao, y Roberto Santamaría, que al año siguiente sería el mejor de la terna antes citada. De regreso a Segunda se confió en Álvaro Fernández y en Rubén Yáñez; este, a la sombra del riojano para volver a la máxima categoría, donde se le acompañó de Andrés. Ambos jugaron 22 y 16 choques, respectivamente.
En la 21-22, tras la cesión de Álvaro al Brentford inglés, irrumpió Miguel San Román como alternativa a Andrés Fernández. El murciano fue el dueño de la portería azulgrana hasta su marcha al Levante el pasado verano. San Román puso rumbo al Elche en el mercado invernal de la 22-23 y entonces se confió en Juan Pérez. En su vuelta, Álvaro ha realizado un buen año que le permite contar con opciones en Primera.
