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El balance de Jorge Pulido: “Ha sido un año de muchos lloros, noches en vela y de no reblar”
El capitán de la SD Huesca mira atrás y agradece el apoyo de los aficionados tras sacar adelante una temporada muy complicada.
Son días de balances y retrospectivas entre los futbolistas que han terminado la temporada y disfrutan ya de sus vacaciones. En este sentido, las redes sociales se han convertido en un hilo directo que les vincula con los aficionados. El último jugador de la SD Huesca en lanzar sus reflexiones al respecto ha sido Jorge Pulido, que expone sin rodeos lo que ha supuesto para el capitán azulgrana una temporada muy sufrida, la más difícil en sus siete temporadas en el club. La que más cerca les ha situado del abismo.
El defensa manchego señala en sus pensamientos puestos negro sobre blanco a un año “que nunca olvidaremos” y que le ha reportado sensaciones contrapuestas desde el punto de vista deportivo. “La cosa pintaba mal, demasiado mal para ser verdad, parecía una pesadilla, pero pudimos conseguir sacar al equipo adelante”, valora con alivio Pulido, convertido una vez más en pieza clave del engranaje defensivo en los 36 partidos oficiales que ha disputado a las órdenes de Cuco Ziganda primero y Antonio Hidalgo a continuación.
Pulido no se esconde. Ha terminado un año “de muchos lloros, muchas noches en vela, pero sobre todo año de hacer honor al no reblar, donde pudimos ver que en los momentos malos se crean las buenas amistades”, zanja en alusión al final feliz de un curso que amenazaba ruina y al papel que ha jugado un vestuario unido en lo humano para superar las limitaciones deportivas.
Reserva asimismo palabras de agradecimiento para una afición que ha estado “a muerte con sus jugadores”, y sostiene que “os intentamos devolver vuestro cariño con hasta la última carrera que quedaba en nuestras piernas”. 244 partidos oficiales le contemplan ya, camino de las tres centenas.
Jorge Pulido, de 33 años, dedica un último apartado a hablar de su familia y amigos: “Fue año de aumentar la familia -tuvo a su segundo hijo-, de volver a romperme la nariz, de rezar a San Lorenzo y de despedidas, mi Paco y mi Mikel, vaya dos, el fútbol os echará de menos pero muchos os llevaremos en el corazón toda una vida”, termina en referencia a la retirada de Mikel Rico, compañero y rival las dos últimas temporadas en el Cartagena, y a la jubilación del doctor Francisco Moré.
