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Elche-SD Huesca: tres puntos y la vida en juego
Los azulgranas visitan al Elche en busca de una victoria que acerque la permanencia después de la derrota del Alcorcón en Ferrol.
Más que la victoria, el empate o la derrota, una vida entera se pone en juego en Elche. Las opciones de permanencia de la SD Huesca pasan por el Martínez Valero, donde este domingo volver a caerse no es una opción (21.00, La Liga TV Hypermotion). Después de un mes sin sumar ni un solo punto, el fantasma del descenso ronda a los azulgranas, que todavía disponen de cuatro oportunidades para sumar los puntos necesarios. Este domingo se puede dar un gran salto adelante u otro atrás, y en el alambre los de Antonio Hidalgo necesitan recuperar la solidez perdida y, sobre todo, la confianza.
Mirar abajo provoca vértigo y es inevitable estar pendientes de los rivales directos. Las derrotas del Alcorcón en Ferrol y el Andorra en Gijón brindan la posibilidad de estirar la ventaja hasta los cuatro puntos más el golaverage a expensas del Amorebieta-Villarreal B. La última racha ha convertido en cenizas un colchón que llegó a ser de ocho. Al menos, no se acabará la jornada 39 en puestos de descenso y ya quedará una menos. Urge templar los ánimos y recobrar una seguridad en sí mismos que ha brillado por su ausencia en la secuencia de derrotas frente a Racing de Ferrol, Real Zaragoza, Valladolid y Oviedo.
Con 12 puntos por disputarse, cualquier detalle marca la diferencia y la distancia entre ganar y perder se amplía. Los escenarios que se abrirían a los oscenses entre ganar -media salvación- o perder en Elche -prolongar la agonía- son tan radicalmente distintos que en los 90 minutos del Martínez Valero solo se pueden afrontar desde el sosiego. La SD Huesca ya ha conocido de primera mano que si se pasa de revoluciones se convierte en un bloque endeble, lleno de fugas de agua y sin personalidad. Para volver a su mejor versión, Hidalgo ha tenido que ejercer de entrenador y también de psicólogo.
Los azulgranas se aferran a que siguen dependiendo de sí mismos, lo que más que una obviedad o un consuelo debe ser un punto de partida. Es la teoría, lo que cualquiera calcularía con papel y boli. La sensación de que ganar, más allá de lo que hayan hecho los demás, supone andar la mitad del camino guía a los azulgranas en la visita a un Elche que tampoco está para encender mascletás. Da por perdido el ascenso directo y quiere sacar la cabeza de entre el numeroso pelotón de equipos que quieren disputar el ‘play off’, lo que no es precisamente una gesta para un club con un tope salarial de casi 24 millones de euros.
Hidalgo sigue sin poder contar con Gerard Valentín, el único jugador capaz de marcar diferencias. El futbolista al que se le puede entregar la pelota con la certeza de que algo ocurrirá. Generalmente, bueno. El catalán causa baja por segunda semana consecutiva y abre un agujero y un debate. Hombre por hombre, su relevo natural se puede encontrarse en Rafa Tresaco, por quien el técnico se decantó frente al Real Oviedo, o por un Joaquín Muñoz rehabilitado después de encararse con un aficionado y pedir disculpas.
La idea general del técnico, que la pasada jornada agitó el avispero con seis cambios sin resultado, también puede apuntar a un retorno al perfil más defensivo. La SD Huesca se ha desangrado en estas cuatro últimas citas con siete goles en contra. Para detener la hemorragia y arropar a un Álvaro Fernández más dubitativo cabe pensar en el regreso de Miguel Loureiro al once. En una defensa más habitual en la que el único que ha sobrevivido a los recientes vaivenes es Jorge Pulido.
De medio campo en adelante, Hidalgo tratará de dar equilibrio y devolver el filo a un conjunto que se sabía seguro en el refugio que le llevó a acumular 795 minutos sin recibir goles y 17 porterías a cero. Ahora, a la intemperie, toca apretar los dientes y retomar la escalada. La cima, tan lejos y tan cerca que lo que ocurra esta noche puede acercarla o desencadenar una avalancha.
