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SD Huesca-Albacete: urge detener la hemorragia
Los azulgranas reciben a los manchegos sin más margen de error después de tres derrotas seguidas en El Alcoraz. Hidalgo recupera a Joaquín y Valentín.
La SD Huesca se mira en el espejo y no se reconoce. Sin gol, con la mandíbula de cristal y errática en casa. Inmersa en los puestos de descenso y en riesgo de siniestro total. Un panorama desolador que ha de empezar a cambiar porque el tiempo vuela y la vida no siempre da segundas oportunidades. El fútbol sí, por fortuna, y los azulgranas vuelven a jugar en El Alcoraz por segunda semana seguida. Este curso, casi un castigo. Acude el Albacete Balompié (16.15, LaLiga TV Hypermotion) y los de Antonio Hidalgo quieren espantar todas las brujas.
El nuevo técnico está sometido a la paradoja de aquellos que agarran un equipo con el curso empezado. El tiempo necesario para que los futbolistas asuman sus postulados choca frontalmente con la urgencia de la situación. El catalán encara su tercera cita y en tres semanas poco o nada ha cambiado. El Huesca sigue sin ganar y con problemas en las dos áreas. Más acusados en la del contrario. Al buen ejercicio defensivo en Éibar (1-1) siguió una vuelta a las andadas ante el Elche (0-1) y la dinámica como anfitriones da vértigo: tres derrotas seguidas y dos puntos sumados de 18 posibles.
El Huesca, quién le ha visto y quién le ve, flojea donde antes era casi inaccesible. El Alcoraz espera otra versión de los azulgranas, y el equipo le pide a la grada unidad de principio a fin. El clima enrarecido de estas semanas en casa no ha ayudado a los futbolistas, y el rendimiento de estos tampoco emociona a los seguidores. El tapón psicológico en su estadio agranda las carencias futbolísticas de un grupo que persigue ese giro de tuerca que cambie el sino de una campaña en la que las turbulencias institucionales y económicas de la entidad terminan de componer un cuadro lúgubre. Tan complejo y, a la vez, tan sujeto a que empiece a entrar la pelota.
Para conseguirlo, Hidalgo dispone de casi todos sus efectivos. Tanto Gerard Valentín como Joaquín Muñoz, los descartes de la jornada anterior, se han entrenado con normalidad y añaden variantes a la búsqueda de la solución a los males ofensivos. A cómo rodear a Samuel Obeng de recursos con los que amplificar el peligro de un conjunto muy manso hasta el momento. El menos anotador de la categoría. El técnico resta importancia al esquema de tres o cuatro defensas; si se trata de ubicar piezas por delante de la pelota, no lo ha hecho hasta la fecha con excesivo éxito. Si explora nuevas vías, la opción del 4-4-2 o el 4-3-3 se abre paso.
En defensa, y a pesar de que la semana pasada ya estuviera disponible, la presencia de Jorge Pulido en el once debería dar más empaque a una línea permanentemente bajo la lupa. El gol recibido frente al Elche desnudó a la zaga al completo. El contrincante no necesita mucho para marcar, y Álvaro Fernández solo ha podido dejar la meta a cero dos veces en estas 12 primeras jornadas.
Con tres o cuatro atrás, el centro del campo es la línea que menos dudas ofrece, con Sielva -que está apercibido de sanción-, Kento y Javi Martínez con un espacio fijo en la sala de máquinas. A partir de ahí se abre el abanico alrededor del intocable Obeng. El ghanés solo ha logrado un gol y su reactivación es clave en el sino de este Huesca. Hidalgo podría dar entrada de nuevo a Joaquín después de que la titularidad de Kanté ante el Elche se revelase poco fructífera. Otra posibilidad la encarna Hugo Vallejo, sin obviar a los jóvenes Tresaco y Aznar o a Bolívar.
El Albacete, aun con la misma base, no es el mismo de la temporada anterior. Ha encadenado tres derrotas, y el técnico Rubén Albés cuenta con las bajas del exazulgrana Toni Datkovic, el mediocentro Sergio Maestre y el delantero Pedro Benito, mientras que recupera a Álvaro Rodríguez y Olaetxea. Dani Escriche, bien conocido, aspira a amargar otra tarde a los azulgranas.
