El primer Huesca de Hidalgo, síntomas de mejoría que deben ir a más

El 1-1 frente al Eibar del domingo fue una primera carta de presentación que dejó buen regusto, cierta mejoría y apuntes de lo que puede ser el futuro. Con solo cuatro entrenamientos como bagaje previo, Antonio Hidalgo debutó al frente de la SD Huesca cumpliendo con lo que se le había pedido en primer término. El equipo cortó la racha de tres derrotas consecutivas que habían llevado a la destitución de Ziganda y plantó cara con moral renovada a un rival al alza que solo había conocido la victoria en sus cinco duelos previos. Sobre la base de su predecesor, el nuevo técnico dio muestras de haber comenzado a construir la que va a ser su propuesta para sacar todo el jugo posible a una plantilla que por el momento sigue en descenso a tres puntos de la salvación y cuya siguiente asignatura a aprobar debe ser la de la victoria, algo que en 11 jornadas solo ha logrado una vez. El examen será el domingo en El Alcoraz ante el Elche (16.15) y en él habrá que sumar nuevos pasos a los primeros ya dados en Ipurúa.

Tres cambios respecto al Eldense y recuperación de los tres centrales

La primera alineación de Hidalgo fue en cuanto a nombres continuista con la empleada por Ziganda en la derrota previa ante el Eldense. Solo tuvo tres novedades, una de ellas obligada por la ausencia de Jorge Pulido por lesión. Se quedaron también fuera Blasco y Vallejo y entraron Rubén Pulido, Nieto y Vilarrasa, lo que facilitó que el equipo formase con una línea de tres en la defensa, formación con la que se había arrancado la liga, pero que tras la segunda jornada había quedado relegada como recurso para las segundas partes. El hecho de tener piezas polivalentes como Loureiro y Martos le permitió a Hidalgo plantear un equipo plástico capaz de variar su forma en función del posicionamiento del rival, escalando por ejemplo los laterales, sin necesidad de mover el banquillo.

Líneas más adelantadas hasta con el 0-1

Desde el primer momento, el Huesca se mostró muy pegajoso. Situó su presión más arriba de lo que venía siendo lo habitual y realizó marcajes al hombre con múltiples duelos con los que en la primera parte maniataron al Eibar. Tras el descanso y aún yendo por delante en el marcador, el equipo, en vez de echarse atrás, adelantó más las líneas y solo el empuje local le hizo retroceder metros.

Kento, el destructor y libertad para Javi Martínez

En las labores de destrucción destacó Kento con sus recuperaciones. El japonés jugó por primera vez un partido al completo dando muestras de que tras su incorporación tardía ya está al 100% y formó una interesante pareja con Sielva. El centro del campo lo completó Javi Martínez, que gozó de cierta liberta de movimientos para actuar como enganche con los delanteros, Joaquín, que estuvo acelerado, y Obeng.

Gol de córner

El 0-1 llegó en el minuto 38 en un córner botado por Sielva que tras varios rebotes, el último en Corpas, entró en la portería tras pegar en el poste. De los siete tantos que suma el Huesca este curso, seis han sido en acciones a balón parado. Al respecto, Hidalgo reconoció que las jugadas de estrategia eran algo que no habían querido tocar.

El partido con menos posesión

Uno de los debes que asumió el entrenador fue el de la producción ofensiva. Hidalgo quiere un Huesca que maneje el balón, para llegar más e incluso poder tomarse con ello un respiro del esfuerzo defensivo. Se vio, pero sin continuidad. De hecho, el 31% de posesión es la cifra más baja del curso. Hubo cinco disparos, dos a puerta.

Gol en propia de Rubén Pulido

Si el Eibar se había marcado en propia, el Huesca también lo hizo en el empate con Rubén Pulido como protagonista involuntario. Un fallo individual volvió a costarles puntos a los azulgranas. Fue el de más fatídicas consecuencias, pero no el único del partido. Ya en la primera parte había habido otros relacionados con los nervios y la falta de concentración.

Conforme a los criterios de

¿Por qué confiar en nosotros?

sd huesca