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Huesca-Villarreal B: De vuelta al calor del hogar

El Huesca regresa a El Alcoraz con la intención de retomar la senda de los buenos resultados tras el tropiezo del martes en la visita a la Ponferradina. 

Valentín y Mateu, durante el entrenamiento del viernes previo al choque con el Villarreal B.
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Del momento culmen que supuso el triunfo del sábado ante Las Palmas (1-0) en toda una exhibición de solidez defensiva contra un equipo que se presentaba en El Alcoraz como líder invicto, al tropiezo tres días después en la visita a la Ponferradina (1-0) que truncó una racha de siete partidos sin perder. La SD Huesca cierra esta tarde ante su afición una semana de tres encuentros con subidas y bajadas en cuanto a emoción, juego y resultados a la que aún le resta el recibimiento al Villarreal B (18.30), un choque que se observa como una oportunidad de desquitarse del sinsabor vivido en El Toralín; de demostrar que tan solo fue un tropiezo y de que la tendencia al alza se mantiene. La comunión con el público vivida ante los insulares y los buenos datos como local -los de Ziganda llevan seis careos sin caer en su campo, todos salvo el primero con el Cartagena (2-3)- invitan al optimismo.

El choque será el que inaugure el segundo tercio de la temporada. El primero, con veinte puntos sumados, ha sido de los mejores de los azulgranas en la categoría de plata. Solo lo superan los de los dos ascensos a Primera y el del curso en el que se obtuvo billete para el ‘play off’. Están cumpliendo el objetivo de llegar lo antes posible a los 50 puntos, barrera en la que se sitúa la salvación, y así desde la décima posición ven el descenso a siete puntos y la sexta plaza, la que da acceso a la zona noble, a tres.

Por debajo en la clasificación se encuentra su próximo rival, pero solo en lo que a posición se refiere. El Villarreal B es el 13º con los mismos puntos que el Huesca y una tarjeta de presentación prácticamente calcada. También ha ganado cinco partido, empatado otros tantos y perdido cuatro. Difieren los goles. Los oscenses han marcado trece y recibido diez y el filial castellonense enumera 19 en cada apartado. La cifra en contra es de las más abultadas de la competición, aunque en sus últimos careos se ha ido corrigiendo. El miércoles derrotó al Oviedo 2-1 después de haber firmado tablas con el Albacete (0-0) y de haber vencido al Andorra (1-0). A domicilio, solo ha logrado un marcador positivo. Fue en la primera jornada contra el Racing (0-2).

Los de La Plana recuperan a Adrián de la Fuente, Carlo Adriano, Iker Álvarez y Hugo Pérez, después de que estuviesen presentes en el partido de Conference League del primer equipo ante el Lech Poznan. Su técnico, Miguel Álvarez, ha conformado un conjunto que domina diversos registros. En sus filas cuenta con perfiles clásicos de jóvenes promesas, junto a futbolistas aún jóvenes pero ya experimentados como Fer Niño, que acumula 45 partidos en Primera División entre el Villarreal y el Mallorca, y otros como el ex del Huesca Ontiveros.

El choque no será una excepción y Ziganda planea volver a realizar un buen número de rotaciones en su once. Ya ante la Ponferradina hubo siete caras nuevas en la alineación titular con respecto al partido de Las Palmas y de hecho entre ambos choques ha empleado 19 futbolistas. Siguen siendo baja Lombardo, Joaquín, que podría regresar la próxima semana para la eliminatoria copera con el Torremolinos, y Rubén Pulido, con el que se está teniendo cuidado por unas molestias.

Se esperan modificaciones en todas las líneas salvo la portería. En la defensa podría regresar Miguel al carril izquierdo y no se pude descartar que en el derecho Ratiu tenga descanso. En los extremos se espera a Valentín y Mateu en detrimento de Soko y Manu Rico, y en el centro del campo Ziganda debe decidir si vuelven Salvador y Kento, si apuesta por mantener a Timor o Sielva o si cuenta con Tomeo. Arriba, Juan Carlos y Escriche pugnan por acompañar al ariete que bien podría ser Carrillo después de que el rendimiento de Kanté no fuese el mejor.