SD Huesca

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La temporada más difícil de Jorge Pulido

El capitán de la SD Huesca se ha perdido 17 partidos y ha terminado el curso pasando por el quirófano.

Pulido y Viera pugnan por el balón en el Huesca-Las Palmas.
Javier Navarro

La campaña recién concluida habrá sido la más complicada para Jorge Pulido. Los problemas físicos han supuesto un lastre que remató el jueves de la semana pasada al pasar por el quirófano por primera vez en siete años. El capitán de la SD Huesca se sometió en Madrid a una artroscopia. El doctor Pedro Guillén le realizó una limpieza articular en la rodilla derecha y también valoró el estado del cartílago y el menisco. El manchego no ha jugado más desde el pasado 22 de abril, en Tenerife, y se espera que esté en plenitud de condiciones para el inicio de la próxima pretemporada en el mes de julio para arrancar la que será el sexto curso como azulgrana.

Este habrá sido el que menos presencias ha contemplado del defensa central desde su fichaje por el club aragonés en el verano de 2017. Ha participado en 25 partidos cuando siempre había rebasado la treintena y, además, ha sido el curso en el que más le han condicionado los problemas físicos. Tras una primera vuelta que respondió a la tradición y en la que Pulido, de 30 años, solo causó baja en la quinta jornada, en Lugo; y por sanción después de haber sido expulsado en el anterior encuentro frente al Oviedo, y ante Girona y Málaga por molestias físicas, en la segunda su concurso ha menguado notablemente a causa de las lesiones.

El defensa de 30 años solo ha jugado siete partidos desde el mes de enero. Desde el Huesca-Girona que abrió la segunda parte del torneo, Pulido ha sumado 90 minutos ante Eibar (2-1) y Las Palmas (0-0). 51 minutos en el 4-0 al Mirandés, 63 en la derrota de Alcorcón (1-0), 14 en Fuenlabrada (2-3) y 44 en las tablas de Tenerife. Ahí termina la estadística. El capitán se perdió el derbi aragonés y ha causado baja de manera consecutiva en las cinco últimas jornadas. La presencia constante de las anteriores campañas ha contrastado con la que ahora finaliza ha finalizado, en la que Pablo Insua e Ignasi Miquel han hecho las veces del carismático jugador de Castillo de Bayuela (Toledo).

Con contrato en vigor hasta 2023 más dos años opcionales, ha causado baja más veces esta temporada que en las cuatro anteriores juntas. Entre la 17-18 y las tres posteriores solo se perdió 15 compromisos en un ciclo tan exigente como el que acarrearon los dos ascensos directos y las dos temporadas en Primera División. Disputó, respectivamente, 39 choques en esas dos disputadas en Segunda, mientras que en Primera participó en 33 y 34 partidos. Además, está será la primera en la que no marca ningún gol con la camiseta de la SD Huesca. Ha visto ocho cartulinas amarillas, más que el año anterior, y una roja.

El capitán ya se puso en las manos del doctor Guillén hace siete años, en abril de 2015, y cuando pertenecía al Albacete Balompié. Fue su último paso por el quirófano hasta la fecha y asimismo operarse la rodilla derecha. No jugó más aquella temporada. La buena salud de la que ha gozado desde entonces le había permitido alcanzar los 170 compromisos oficiales con los azulgranas, a los que dará continuidad a partir de la 22-23 como una de las bases del nuevo proyecto y tras haber cedido el testigo de manera forzosa a Insua, Ignasi Miquel o, también Florian Miguel y David Timor en el eje de la zaga. El curso 2022-23 supondrá una nueva oportunidad para que adquiera el rango al que no ha podido dotar de continuidad en estos complicados meses.