El uno a uno del empate de la SD Huesca en Oviedo (3-3)

Andrés Fernández 1

Sometido en una primera media hora de vendaval local y errores defensivos en cadena y sin trabajo cuando dominó el Huesca.

Sustituyó al lesionado Valentín y de un error impropio partió el segundo gol local. Floja actuación del rumano en el Tartiere.

Volvió al once en la posición de central y el fallo en la marca en el gol de Bastón le persiguió todo el partido. Sustituido por Gaich.

Otro encuentro en el que la defensa azulgrana sufrió por arriba y fue de menos a más, con el gallego aguantando el tipo.

Sin Pulido se erige en líder espiritual de la defensa del Huesca. Aparece siempre, muchas veces es decisivo y marcó el 3-3.

Si bien no termina de ser firme en defensa, en ataque su importancia es incuestionable, con asistencia a Poveda en el primero.

Se encuentra en un nivel físico, e incluso técnico, superlativo y sobrado para la categoría. Rondó el gol y completó otro buen partido.

Sigue dando goles y puntos incluso en días en los que su tono general es más irregular. Entró a menudo en juego. Fiable.

Sacrificado, con menos presencia en ataque. Se echó en falta su protagonismo en la generación de fútbol en un partido loco.

Viene de unas actuaciones notables que le han hecho ganarse el puesto en el once. En Oviedo, menos acertado con el balón.

Ha marcado dos goles en tres partidos y su progresión como el delantero que necesitaba el Huesca es un hecho. Completo.

Podría haber sido un escenario para su lucimiento, pues el Huesca le requería, pero su papel fue poco destacable. Lento.

De los fichajes invernales es, por el momento, el que está desempeñando un rol más secundario a la espera de su plenitud.

Recurso en los últimos minutos para suplir a un Poveda extenuado, más que para ofrecer opciones de ir a por el triunfo.

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