SD Huesca

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La SD Huesca regresa a El Alcoraz pendiente del coronavirus

La visita del Cádiz se encuentra a expensas de los resultados que arrojen los test que se les practicaron el sábado a los azulgranas tras detectarse dos contagios

Los jugadores de la SD Huesca, durante un entrenamiento en el Pirámide.
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En una temporada que va a estar marcada irremediablemente por la situación sanitaria, el covid-19 ha vuelto a hacer acto de presencia en la SD Huesca. Los test PCR a los que obligatoriamente se deben someter todos los equipos profesionales y el personal que los rodea 48 horas antes de los partidos han detectado que dos miembros del vestuario azulgrana se encuentran infectados y, por tanto, causarán baja en la visita que en principio el Cadiz debe realizar a El Alcoraz este domingo (16.00) enmarcada en la segunda jornada de Primera División. El encuentro supondría para los altoaragoneses el regreso al hogar por primera vez desde la consecución del ascenso hace poco más de dos meses.

Los dos afectados, que, según comunicó el club, se encuentran bien, están aislados en sus domicilios donde deberán pasar cuarentena. Asimismo, siguiendo también el protocolo marcado por La Liga y el Consejo Superior de Deportes, para descartar que se hayan producido más contagiosos el sábado se le practicaron al equipo nuevos exámenes médicos cuyos resultados se conocerán en las próximas horas y que serán decisivos para saber si se juega o no.

En este sentido, desde el seno de la entidad, que ha informado de la situación a las autoridades sanitarias, el mensaje que se transmite es de tranquilidad. Para que el partido fuese aplazado, la nueva normativa dicta que el técnico Míchel Sánchez debería contar con menos de cinco jugadores del primer equipo sanos y con una convocatoria, sumando las incorporaciones de canteranos, inferior a los trece componentes.

Los dos positivos, además de crear incertidumbre, obligaron a trastocar los planes de preparación. El equipo se ejercitó en el Pirámide, como estaba previsto, pero de forma individualizada.

Ésta es la tercera ocasión desde el ascenso en la que la SD Huesca se topa con el covid-19. Ya en el inicio de la pretemporada se detectaron dos casos positivos y posteriormente, tras el amistoso con la Real Sociedad, hubo que activar de nuevo el protocolo al conocerse que Mikel Oyarzabal, extremo de los donostiarras, se encontraba infectado. Entonces, los resultados de las pruebas practicadas a los altoaragoneses fueron todas negativos.

A las dos bajas por coronavirus, se podría sumar alguna más por problemas físicos. Pedro López, que ya se perdió el prometedor inicio de curso que supuso el empate a uno en Villarreal de la semana pasada a causa de un esguince de tobillo, pudo jugar con normalidad en los partidillos organizados el miércoles. Aún así, su concurso no es seguro, al igual que el de Mikel Rico y el de Pablo Insua, que arrastran molestias.

La ausencia del gallego significaría muy probablemente el estreno de Siovas en el centro de la zaga como pareja de Pulido. El defensa internacional griego ha sido una de las dos incorporaciones cerradas esta semana por la dirección deportiva, además de la del centrocampista Borja García, que con Eugeni y Seoane, podría ser una alternativa a Rico.

El duelo cruzará a dos recién ascendidos. Es decir, a dos conjuntos cuya primera misión es lograr la permanencia y que por tanto saben que no pueden dejar escapar los puntos. Más, como en el caso de los locales, si después deben encontrarse consecutivamente con el Valencia y el Atlético de Madrid. Además, se desarrollará en El Alcoraz, donde el Huesca cimentó el salto de categoría y el título de liga y en el que ahora quiere basar su consolidación en la élite. Enfrente, los gaditanos, que se desplazaron ayer a Huesca con una convocatoria de 23 jugadores entre los que destaca el ariete Álvaro Negredo, se presentan después de haber caído en la jornada inaugural con el Osasuna por 0-2.

Cara a cara, en un estadio sin público, habrá dos rivales con una filosofía de juego muy diferente. El fútbol de toque y dominio de la posesión de Míchel, contra el de contención de Cervera.