Si algo no le está precisamente sonriendo al rival de este domingo de la SD Huesca (20.00) es la fortuna. El Extremadura llega a la séptima jornada de Segunda División como penúltimo con tres puntos sumados y sin haber conseguido aún una victoria, dato que únicamente comparte con el colista, el Oviedo. El conjunto que dirige Manuel Mosquera se está mostrando como un bloque correoso al que, sin embargo, se le dan muy mal los tramos finales de los partidos, hasta cinco puntos se le han escapado hasta el momento por goles de sus contrincantes dentro de los últimos diez minutos.

El último ejemplo se vivió el pasado jueves, precisamente, con el equipo con el que cierra la tabla. Los azulgranas se adelantaron en los instantes iniciales con un tanto que finalmente fue anulado tras la mediación del VAR por fuera de juego; una decisión que ha generado protestas desde Almendralejo empezando por el propio técnico. “No sé puede manipular la máquina para que salga que es fuera de juego”, manifestó el viernes. Ya en la segunda parte Kike Márquez adelantó en el 70 a los visitantes, pero Ortuño de cabeza estableció el empate a uno para el Oviedo.

El primer precedente de esta suerte de infortunio se remonta ya a la segunda cita del calendario. Entonces, en el Francisco de la Hera, Hugo Fraile adelantó al Fuenlabrada en el minuto ocho, Nono equilibró el luminoso en el 56 y Glauder volvió a inclinar la balanza cuando el choque ya se acercaba a su conclusión en una jugada de córner en la que el VAR estudió una posible mano del visitante Prieto (1-2).

La historia se repitió una semana después en el Ramón de Carranza. Álex golpeó primero para el Cádiz en la primera parte, Zarfino marcó para el Extremadura tras el descanso y en la última jugada, también en un saque de esquina, Garrido consiguió el 2-1.

Ya el domingo pasado, Dwamena superó a Casto para el Real Zaragoza en el minuto once. En el 53 marcó Caballo, llegaron buenos minutos para los extremeños, pero Kagawa (80) y Suárez (85) dejaron los puntos en La Romareda.